Yucatán tendrá vivero certificado de guanábana

Iniciarán investigaciones científicas que arrojen resultados concretos sobre sus propiedades anti cancerígenas.

Mérida, Yucatán, 15 de marzo de 2015.- Yucatán tendrá este año el primer vivero de injertos certificados de guanábana del país, con un doble objetivo: impulsar la producción de una de las frutas mejor cotizadas en el mercado nacional y mundial, e iniciar la primera investigación científica que arroje resultados concretos sobre sus propiedades anti cancerígenas.

El gobierno del Estado firmó el jueves pasado, en el Instituto Tecnológico de Conkal, el Convenio de Colaboración para la Asignación de Apoyos Económicos para detonar la transferencia de tecnología al campo yucateco. Enseguida, investigadores de ese centro de estudio e investigación agropecuaria apuntaron a la guanábana como punta de lanza para aumentar el rendimiento de la producción agrícola y mejorar la economía de la población que depende de esa actividad.

El grupo de investigadores es coordinado por Daniel Cituk Chan, quien con el respaldo del Instituto Tecnológico de Conkal estableció, en 1996, el primer módulo con fines de enseñanza e investigación de 16 familias y 20 especies de frutas tropicales. Y 19 años después, ese equipo da el gran paso para establecer en Yucatán un vivero de producción certificada de frutas tropicales, el primero de su tipo en el país.

“En el país sólo hay viveros certificados de cítricos. No hay un solo vivero de producción certificada de frutas tropicales pese a que éstas tienen un gran impacto en la salud y la economía, como la guanábana, el mamey y la pitahaya, por mencionar algunos frutos con gran potencial para la economía y la salud”, agrega Cituk Chan.

¿Por qué empezar con la guanábana?, el investigador explica que esa fruta es una fuente rica de vitaminas, especialmente “B” y “C”. Además, en los últimos años, se le adjudican propiedades contra el cáncer pero, hasta hoy, se carece de evidencias científicas como para emitir un veredicto al respecto.

“Este vivero tendrá fines de investigación. Por eso en ella la producción de las guanábana será totalmente orgánica, sin manejo alguno de agroquímicos a los cuales, justamente, se les acusa de ser cancerígenos”, abundó.

El proyecto no partirá de cero. Aprovecharán las tesis de ese centro de docencia e investigación, desde la primera, “Inducción de germinación con ácido en tres anonáceas”, de Darbelia Aké Sierra, que data del año 2001, a “Tecnología para producir guanabana en Yucatán, de Jesús Melchor Cituk Dzul, de apenas 2014, la cual, por cierto, detecta al principal enemigo de esa fruta, el gusano barrenador  Oenemaus ortignus, y propone métodos orgánicos para contrarrestar los embates de la plaga.

“Actualmente, la demanda y consumo comercial de las frutas tropicales representan una fuente de ingreso para el fortalecimiento de la economía familiar. La guanabana tiene demanda nacional e internacional todo el año, y actualmente el kilo de esa fruta cuesta unos $30, más redituable que un kilo de pollo”, indica el investigador.

De ahí que el gobierno del Estado apoye la propuesta que planteó el Instituto Tecnológico de Conkal, a través  de la División de Estudios de Posgrado e Investigación del Tecnológico Nacional de México, en coordinación con la Fundación Produce Yucatán, A.C. de impulsar la producción de guanabana, por su amplio potencial económico, nutritivo y farmacéutico en la medicina tradicional y con prospectivas de importancia nacional.

“El proyecto tiene como objetivo a corto plazo, la producción de injertos de guanabana certificada en Yucatán. Y a mediano plazo, producir fruta de calidad, con un enfoque orgánico implementando nuevas técnicas de cultivo a nivel de vivero y de campo, amigables con el medio ambiente, para mejorar la eficiencia productiva de la planta y no por superficie cultivada, incrementándose los rendimientos al utilizar selecciones de la fruta con registro de calidad”, agregó.

Asimismo, recalcó que es necesario reconocer la iniciativa emprendedora de los productores rurales yucatecos, por el cambio de actitud y atributos que representa pasar de un sistema de producción a nivel huerto familiar, a un sistema intensivo de producción, con fines de exportación.

Al respecto, el presidente de la Fundación Produce Yucatán, Pedro Cabrera Quijano, explicó que esa transferencia de tecnología estará acompañada del seguimiento de los investigadores, a fin de ofrecer  a las familias campesinas un paquete tecnológico que les permita tener ingresos y una fruta nutritiva para su consumo interno.