La ex candidata presidencial panista señaló que el país se construye o se destruye desde la familia
Mérida, Yucatán, 15 de marzo de 2015.- A través de miradas distintas y de experiencias de diferentes autores, Josefina Vázquez Mota coordinó la edición del libro “Cuando los hijos mandan”, en el que se plantea una toma de conciencia de que la primera escuela de impunidad o responsabilidad está en el hogar.
El volumen, presentado en el último día de actividades de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán 2015 (FILEY), cuenta con un prólogo del ex secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Manuel Mondragón y Kalb, introducción de la propia compiladora y textos de Fernando de la Torre, Julia Borbolla, Mariana Dibelle, Carlo Clerico, Arnoldo Kraus y Laura A. Peralta, del centro Remembranza.
En entrevista, Vázquez Mota subrayó que, a partir del ámbito familiar, “sí hay acciones que transforman el entorno de nuestra propia vida y de otras vidas, y también estaremos asumiendo lo que nos toca hacer a cada uno y dejaremos de decir ‘que lo haga las escuela o que lo hagan los abuelos o que lo haga el gobierno’; y en este momento me parece que estaremos en mejor condición de construir un mejor México”.
La presentación, realizada en el Salón “Juan García Ponce” del Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, estuvo a cargo de la especialista en psicología María Rosado y Rodado, quien ofreció al público detalles sobre la obra, que está integrada por un total de cinco ensayos y conclusiones.
Asimismo, estuvieron en el evento Mariana Dibelle y Carlo Clerico, que contribuyen con las piezas tituladas “¿Educar a los hijos duele?” y “Formar desde la adversidad”, respectivamente.
“Es en las familias donde se construye o se destruye México, ese es el principio y fin, ahí es donde todo comienza y ahí es donde todo termina”, afirmó la también ex secretaria de Educación Pública.
El planteamiento general del libro, abundó, radica en la idea de que cada hogar es un pequeño país con sus leyes o sin ellas, con autoridad o respuestas que atropellan, con relaciones armoniosas o de confrontación permanente, con prácticas honestas o de simulación, con consecuencias y límites, o con impunidad.
En ese sentido, reconoció que el reto más grande que enfrentamos como nación es el de la desigualdad.
“Cuando vemos estas tierras, esta riqueza, este talento, esta capacidad de nuestra gente, nos damos cuenta que tenemos un andamiaje de terrible injusticia y desigualdad. Creo que si en las familias vamos enseñando el valor del mérito, del esfuerzo, del trabajo, y que comportarse de esa manera tiene buenas consecuencias, vamos a revertir este andamiaje de frivolidad y corrupción”, concluyó.