En lo que va del año se han reportado 30 casos en la entidad
Mérida, Yucatán, 6 de agosto de 2018.– Según información recabada en el Boletín Epidemiológico que publica la Secretaría de Salud Federal, en promedio un yucateco a la semana fue mordido por una serpiente en los últimos dos años y medio, por lo que tuvieron que ser atendidos en los centros de salud públicos.
De acuerdo con el documento oficial, entre el 2016 y 2017, en Yucatán 105 personas fueron atacadas por estos reptiles. Si se toma en cuenta que este periodo fue de 104 semanas, significa una mordedura semanal.
Además, de acuerdo a la Secretaría de Salud, hasta la semana epidemiológica 29 -con fecha corte al 21 de julio-, 30 personas fueron mordidas por serpientes en Yucatán, por lo que continúa el promedio de ataques.
De estas incidencias en este primer semestre, 19 corresponden a hombres y 11 a mujeres.
A nivel peninsular, el mayor número de casos de estos ataques se ha registrado en Quintana Roo, ya que en este año se reportan 53 incidencias, mientras que en Campeche sólo hay 16.
Cabe mencionar que de las aproximadamente 80 especies de serpientes que existen en la entidad, únicamente cinco representan un peligro mortal para el ser humano, debido a que éstas son venenosas. Lo anterior ha sido informado por el coordinador del Programa de Zoonosis de los Servicios de Salud de Yucatán (SSY), Daly Martínez Ortiz.
Se trata de la coralillo –perteneciente a la familia de las cobras-, cascabel, nauyaca, cuatro narices y hulpoch, víboras que pueden llegar a ser un potencial peligro para la población.
Martínez Ortiz ha recomendado no atacar a estos animales, mantener la distancia, llamar a los números de emergencia en caso de ver alguno y si es víctima de alguna mordedura acudir de inmediato al hospital para que se le aplique el antídoto necesario.
El funcionario estatal ha destacado que las serpientes cumplen un papel como control natural de plagas como los roedores, por lo que se debe extremar las precauciones ante la cercanía de estos reptiles. Debido a que como no todas representan un potencial peligro para el ser humano “no es necesario matarlas”. (Guillermo Castillo)