Datos preliminares indican que al menos 77 personas murieron y hay cientos de heridos
Ecuador, 17 de abril de 2016.- Un fuerte seísmo de magnitud 7,8 en la escala Richter ha dejado al menos 77 muertos y más de 588 heridos en Ecuador, según información preliminar del Gobierno, que ha decretado en todo el país el estado de excepción.
El vicepresidente, Jorge Glas, ha asumido el control de la crisis hasta el regreso del presidente, Rafael Correa, que se encuentra en El Vaticano, y ha anunciado que la cifra de víctimas irá en aumento conforme pasen las horas.
El Gobierno ecuatoriano ha dado la orden de movilización al menos a 14.000 integrantes de la Fuerza Pública en el marco del estado de excepción decretado tras el terremoto.
«Todavía no hemos podido llegar a Pedernales. La situación es muy compleja. Las vías están muy afectadas para llegar hasta allí y dar asistencia», ha explicado Glas.
«Sabemos que hay ciudadanos en medio de los escombros que tienen que ser rescatados. Tenemos todos los recursos desplegados y vamos a recibir ayuda internacional», ha detallado también poco después el vicepresidente, que ha avanzado que se están haciendo todos los esfuerzos para restablecer la energía eléctrica en Manabí. «Hay un 38% ya en Esmeraldas», ha concretado.
«Los daños son graves y tenemos decenas de muertos. Es el terremoto más fuerte de las últimas décadas», ha escrito en su cuenta de Twitter el mandatario, quien ha anunciado su regreso a Ecuador para este domingo en la tarde. El Gobierno ha anunciado que se destinarán 300 millones de dólares para la emergencia.
Los mayores daños se registran en las zonas de Pedernales y Cojimíes, según el Instituto Geofísico de Ecuador. Los reportes de las redes sociales dan cuenta de que hay ciudades sumidas en la oscuridad y afectadas por derrumbes. Igualmente hay daños en puntos distantes del epicentro como Guayaquil, donde hubo derrumbes en centros comerciales y vías. Además se ha cerrado el aeropuerto de esta ciudad. En Esmeraldas no hay comunicaciones telefónicas. Radios locales han contado que durante el terremoto se escuchó un estruendo en una refinería local.
En la capital, Quito, hubo gran conmoción. Algunos barrios perdieron el fluido eléctrico. Las personas que habitan edificios altos salieron a las calles y algunas han decidido pernoctar afuera. El Instituto Oceanográfico de la Armada ha informado de que no se han registrado variaciones del nivel del mar en el borde costero, pero se ha recomendado por precaución evacuar población a zonas altas.