La OTAN suspende cooperación militar con Moscú por la crisis.
PARÍS, 06 de marzo de 2014.— Los esfuerzos diplomáticos de alto nivel por resolver la crisis en Ucrania arrojaron pocos avances evidentes durante un encuentro ayer en París que dejó enfrentados a Moscú y Washington, al tiempo que el ministro de Relaciones Exteriores ruso se negó a reconocer a su homólogo ucraniano.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo que las discusiones continuarían y que esperaba reunirse hoy en Roma con el canciller ruso, Sergei Lavrov.
“Acordamos continuar con las intensas discusiones en los próximos días con Rusia y Ucrania a fin de determinar cómo podemos ayudar a normalizar la situación, estabilizarla, y superar la crisis”, dijo Kerry tras el encuentro con los ministros de Ucrania, Rusia, Gran Bretaña y Francia.
Rusia había rechazado anteriormente las demandas de Occidente de que sus fuerzas que tomaron control de la región ucraniana de Crimea deberían regresar a sus bases.
La OTAN, tras otra reunión en Bruselas, anunció que recortaría su cooperación con Rusia para intentar obligarle a retroceder en Ucrania y suspendió los planes de una misión conjunta relacionada a las armas químicas de Siria. La alianza dijo que se pondría en contacto con el nuevo gobierno de Kiev.
La Unión Europea ofreció 11 mil millones de euros de apoyo financiero al nuevo gobierno de Ucrania en los próximos dos años mediante una serie de créditos y subsidios, siempre que Kiev alcance un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Alemania, la principal economía de la UE, también prometió ayuda bilateral.
El jefe de la diplomacia estadounidense apuntó que hay propuestas concretas que deberá debatir con el presidente Barack Obama. “Creo que Lavrov está en la misma situación con el presidente (ruso, Vladimir) Putin”, añadió.
Kerry subrayó que la posición estadounidense “no cambió ni un poco”. “No podemos permitir que la integridad, la soberanía de Ucrania sea violada y que no se responda a estas violaciones”, añadió.
El gobierno de Estados Unidos ha pedido a Rusia que opte por la “salida fácil” en la crisis en Crimea y permita el envío de una misión de observadores a esa república autónoma ucraniana, intervenida militarmente por Moscú. “Hay una salida fácil para Rusia y ciertamente esperamos que la tome”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, anunció ayer la suspensión de la planificación de la primera misión militar conjunta con Rusia y de reuniones militares o civiles con ese país, ante la escalada de tensión por la presencia de soldados rusos en la región ucraniana de Crimea. La OTAN negociaba con Rusia una posible misión conjunta para proteger un barco estadounidense que destruirá las armas químicas de Siria.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) confirmó por su parte que el enviado especial para Ucrania, Robert Serry, ha tomado un vuelo para salir de Simferopol, luego de ser forzado a punta de fusil a abortar su misión en Crimea.
“Robert Serry tomó un vuelo de Simferopol y en breve volverá a Kiev para continuar su misión que fue interrumpida por el incidente”, confirmó la portavoz de la ONU Corinne Momal-Vanian.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos, en un aparente intento por mostrar determinación ante Moscú, anunció medidas militares para apoyar a países de la OTAN del este de Europa limítrofes a Rusia y Ucrania.
Rusia y Occidente están enfrentados en la confrontación más grave desde el final de la Guerra Fría por la influencia sobre Ucrania, un importante exportador de materias primas y un vínculo estratégico entre este y oeste. Ucrania rechazó el año pasado un acuerdo comercial con la Unión Europea bajo presión rusa, desatando meses de protestas callejeras en Kiev y la destitución el 22 de febrero del presidente Viktor Yanukovich, un aliado de Rusia.
Ucrania dice que Rusia ha ocupado Crimea, donde está su flota del Mar Negro, provocando un furor internacional y fuertes caídas en los mercados el lunes, que después se estabilizaron.
En este marco, la Unión Europea (UE) decidió el congelamiento de las cuentas de Yanukovich y de otras 17 personas. Las sanciones son contra personas a las que la UE responsabiliza de malversación de fondos estatales o de violaciones de los derechos humanos.