Cuando el mexicano le pidió que declarara que no pagarán por el muro
Estados Unidos, 11 de marzo de 2018.- Donald Trump se mantiene en su posición de partida. Construirá el muro y quiere que lo pague México. En un mitin en Pensilvania, el presidente de Estados Unidos sacó a la luz detalles desconocidos de la llamada que mantuvo el mes pasado con el mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto.
La conversación tenía como fin fijar la visita de Peña Nieto a Washington, pero las desavenencias por el pago de la divisoria rompieron el diálogo. Trump, ante una multitud enfervorizada que le pedía levantar el muro, lo reveló: “Peña Nieto, que es realmente un buen tipo, me dijo: ‘Señor presidente, me gustaría que hiciera una declaración de que México no pagará por el muro. Y yo le dije: ¿Estás loco? No haré una declaración de ese tipo”.
Tras la negativa de Trump, el presidente mexicano insistió y el republicano dio por roto cualquier avance: “Adiós, adiós; no hay forma de que yo haga ese trato”, zanjó el estadounidense.
El pago del muro, cuyos prototipos visitará Trump este martes en California, se ha vuelto un punto tan absurdo como divisorio entre ambos países. El presidente de EEUU lo ha transformado ante su electorado en un caballo de batalla: México, como fuente del mal que inunda Estados Unidos, no sólo debe ser aislado con un muro sino también ha de pagar por ello.
La exigencia es percibida como una ofensa nacional al sur del Río Bravo. Aceptar el pago de la divisoria supone una claudicación de proporciones históricas que ningún mandatario quiere asumir.
Este punto de fricción ya frustró el año pasado la visita que tenía programada Peña Nieto a EEUU. Trump, cuando el viaje ya estaba anunciado, hizo saber por Twitter que si el presidente de México no estaba dispuesto a pagar por la obra no merecía la pena que acudiera a Washington. Una declaración áspera que condujo a una inmediata cancelación de la visita.