De acuerdo con los registros históricos, la vida útil del tren como transporte de pasajeros duró entre 60 y 70 años.
Campeche, 07 de enero de 2015.– Hasta hace 20 años el tren en esta ciudad era de transporte de pasajeros, como lo recuerdan familias que hacían hasta tres días para llegar a la ciudad de México, sin embargo, hoy lleva combustóleo al centro de almacenamiento del poblado de Lerma.
De acuerdo con los registros históricos, la vida útil del tren como transporte de pasajeros duró entre 60 y 70 años, porque la construcción de sus vías fue por tramos, el primero en 1936 cuando se inició el tendido frente a Campeche.
Dos años después, en 1938, el presidente Lázaro Cárdenas instruyó que diera inicio el servicio provisional de pasaje, que unió a Campeche con las comunidades de Chiná, Uayamón, Dzuyukac, Hool, San Juan Carpizo y San Dimas, en el kilómetro 86.
En 1939 se estableció el transporte de carga y pasaje hasta Escárcega, y al año siguiente a Candelaria. Así, construyeron los nueve kilómetros del ramal de la colonia Santa Lucía, punto inicial de las terracerías, al muelle de piedra de Lerma.
La finalidad de la línea era abastecer de implementos y materiales al puerto, donde actualmente se encuentra el centro de almacenamiento de combustible de Petróleos Mexicanos (Pemex).
El secretario general de la Sección 32 del Sindicato de Ferrocarrileros de la República Mexicana, Manuel Jesús Castillo Estrella, recordó diversas anécdotas dentro del sistema ferrocarril, y agradece que en Campeche no hubiera vías del tren, por ello la Revolución Mexicana no se acentuó en esta región.
Sin embargo, dijo que también representaba aislamiento hacia la zona centro y norte del país, por lo que todos esperaban que Campeche se conectara con las vías del tren. Incluso, recordó que por esta zona se colocó la primera locomotora diesel eléctrica con el número 23 001, lo que fue una gran novedad y avance de la época.
Refirió que la principal carga de la locomotora fue el chicle, luego el transporte de madera y de pasajeros, que en 1942 ya comunicaban a la ciudad de Campeche con Tenosique, Tabasco; en 1949 se unió a Coatzacoalcos, lo que significó un medio eficaz de transporte de pasaje.
Para ello se construyó la estación central, así como una gran cantidad de bodegas de almacenamiento, con unidad médica y talleres a lo largo de la avenida Héroes de Nacozari. La estación central fue un espacio de transición o destino final, en el que se generó el intercambio comercial y de abasto entre las comunidades del interior del estado, así como a nivel regional y nacional.
El edificio de la estación central sigue en pie, pero denota el abandono. Las bodegas que almacenaban diversos productos, como semillas, animales, acero, cal, chicle, madera y otros que se requerían comercialmente en distintos estados están en medio del monte, casi intactas al ser propiedad del gobierno federal.
Por su parte, la familia Xool Pantí recordó uno de los viajes a bordo del tren hacia la Ciudad de México hace 32 años. “Fue todo una travesía, tardamos tres días en llegar a la capital del país, como éramos niños fue de diversión todo el trayecto, de día ver los campos, los viñedos y de noche comer en cada estación del tren”, comentó Patricia Xool Pantí.
Recordó que tenía 12 años cuando tuvieron que viajar a la ciudad de Mérida para abordar el tren, con el fin de ocupar un buen lugar, porque cuando pasaba por la ciudad de Campeche, siempre estaba lleno y se tenía que ir sentado en algún rincón o parado entre las cargas.
El olor a fierro impregnaba sus ropas, pero a esa edad junto con sus hermanos, era todo una temporada de vacaciones, y sus padres elegían ese medio de transporte porque era barato, aunque al final resultaba costoso, porque tenían que comer en cada estación.
Por su parte, Miguel Noh Fernández, ex trabajador de Ferrocarriles Nacionales de México, evocó que al entrar la iniciativa privada, tuvieron la opción de retiro voluntario.
Agregó que por su edad lo aceptó y con su liquidación pudo establecer su propio taller de carpintería, “ferrocarriles nos dio todo, casa, terreno y buen nivel de vida”.
Los vagones del tren siguen transitando, ahora como propiedad de la empresa Chiapas Mayab, y su principal carga es el combustóleo a la terminal de almacenamiento en el poblado de Lerma, combustible que es utilizado para el funcionamiento de la Central Termoeléctrica de Campeche.
El sonido de la locomotora sigue despertando a los campechanos, pero ya no llama a abordarlo, por el contrario provoca enojo en algunos, porque tienen que detener su marcha hasta por 10 minutos en dos de las principales avenidas de la ciudad.
El secretario del Ayuntamiento de Campeche, Carlos Moreno Hernández, dijo que no existe proyecto de reubicar las vías del tren, por lo que recomendó a la ciudadanía convivir con este transporte que sigue realizando una importante función de carga. (Notimex)