Pues aunque el paso de la tormenta tropical «Grace» fue benevolente con Yucatán y únicamente causó susto y preocupación por unas horas -sobre todo por sus fuertes vientos- hizo rememorar el año pasado cuando ‘Cristóbal’ ocasionó severas inundaciones y daños a vivienda y agricultura en zonas rurales de Yucatán.
Los fuertes vientos de «Grace» demostraron que este tipo de meteoros son erráticos e impredecibles por lo que hay que estar bien preparados.
El tema es que en plena temporada de huracanes, los gobiernos de los estados del país y municipios, particularmente de zonas susceptibles a este tipo de fenómenos, no contarán con respaldo financiero del gobierno Federal porque el actual gobierno de la llamada «4T», canceló el Fondo Nacional de Desastres (FONDEN), porque según su visión se prestaba a la corrupción.
Tengan o no razón, el caso es que ese fondo ya no existe para ayudar a los estados y municipios que enfrenten temblores, inundaciones, huracanes, siniestros, etc., y lo peor es que se canceló una cosa pero aún no se crea alguna alternativa diferente.
De tal suerte que, literalmente, a los gobernadores y alcaldes (al parecer hasta de Morena), no les quedará más que rezar para que en sus entidades no ocurra algún desastre natural porque, entonces, tendrán que usar dinero de su mismo presupuesto anual.
Desde el Balcón