El gobernador electo Joaquín Díaz Mena ya empezó por «aporrear la mano» ante la precipitación de algunos de sus colaboradores y cercanos.
El mensaje del próximo gobernador yucateco fue claro: Él será quien decida qué fichas y cómo serán colocadas en el tablero gubernamental, que iniciará el próximo 1 de octubre.
Sin prisas pues, al interior de su círculo cercano que si bien le permitió ganar y llegar al principal encargo en Yucatán, será únicamente su criterio, decisión y mando, el que finalmente prevalezca.
Y ante ello, inicialmente sus recorridos en la entidad y los nombramientos se irán revelando paulatinamente.
(desdeelbalcon.com)