Realmente sería importante y, claro averiguar, el porqué la nueva administración de Joaquín Díaz Mena (Morena) dice que recibió un gobierno quebrado con un déficit millonario de 800 millones de pesos y otras irregularidades, cuando que hubo 3 meses de plazo de la llamada entrega-recepción para descubrir cómo estaba todo lo que se recibía y no se dijo nada de esto.
Entonces ¿para qué sirvieron las reuniones «aterciopeladas» y anticipadas entre el gobierno saliente y el entrante?…
Aparte, se supone que hubo un Consejo Consultivo de Gasto y Vigilancia del Presupuesto creado por el exgobernador con gente importante del sector privado, cámaras empresariales, (Canacintra, Coparmex, Consejo Coordinador Empresarial, entre otros) así como académicos de universidades, y asociaciones civiles y demás, como testigos de calidad de que se dejaban finanzas y recursos patrimoniales del gobierno en orden.
Por si fuera poco, el presupuesto 2024 del Gobierno de Yucatán se aprobó en el seno del Congreso del Estado, por lo que correspondía a lo últimos tres meses del año para la administración entrante, ahí debió estar de manera «intocable».
Todas esas dudas urgen ser clarificadas porque incluso está de por medio la seriedad y probidad de quienes integraron ese Consejo Consultivo.
Esperemos pues que termine la «fiesta del pueblo» de Xmatkuíl para saber qué sigue en estos delicados e importantes temas.
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