Tiro al blanco:

Lamentable espectáculo el de varias mujeres inconformes que protestaron durante el Tercer Encuentro de Legisladoras celebrado en Mérida, pero mucho más penoso que el operativo de protocolo y seguridad del gobernador Rolando Zapata Bello, permitiera que fuera exhibido ante las féminas que se dieron el lujo de arrebatar y forcejear el micrófono con la primera autoridad del Estado.

Mucho peor que ninguna mujer del gabinete estatal pudiera haber entrado a tranquilizar a las damas y en apoyo del gobernador, que obviamente fue sorprendido con la grosera actitud con la que se condujeron las inconformes.

Es verdad que tienen el legítimo derecho de expresarse y manifestarse, pero respetando a las instituciones y en este caso a la figura única de quien gobierna el Estado. La protesta que se prolongó por espacio de varios minutos, obligó a la ex gobernadora Dulce María Sauri Riancho a pararse de su asiento y tratar de pedirle mesura a una de las inconformes, precisamente porque se dio cuenta de que al mandatario yucateco, «lo dejaron literalmente solo» ante el micrófono y las quejas de las mujeres.

El gobernador fue bastante cordial y hasta tibio al permitir exabruptos de esas féminas. Sin embargo, algo quedó claro, el gobierno de Yucatán necesita con urgencia un operador político que esté al pendiente de que este tipo de situaciones no se salgan de control y que mucho menos, lleguen al grado de exhibir al primer mandatario del Estado, tal como pasó.

Seguramente caerán cabezas, porque lo ocurrido ante el Secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, en verdad no debió llegar hasta esos niveles, pero falta que lo entiendan. (desdeelbalcon.com)