Después de un lastimoso proceso en el que la dirección del ISSTEY «podó» prácticamente sus oficinas para llegar al número mágico de mil empleados -única y exclusivamente- los despidos y ceses en esa institución terminaron. Ahora la parte neurálgica del redimensionamiento que iniciaron desde el año pasado, será el acuerdo que firmarán con el gobierno del Estado para buscar pagar la deuda que arrastran por el concepto de cuotas de la burocracia a esa dependencia y que será dado a conocer en breve.
El director del ISSTEY, Ulises Cabrera Carrillo ha cargado sobre sí el «costo» de haber emprendido esa reordenación que se dio por instrucciones precisas del gobernador Rolando Zapata Bello. El ISSTEY, a decir de sus nuevos directivos, ya es una oficina «sana» y sin exceso de personal.(desdeelbalcon.com)