Lo que aparenta ser sólo un basurero clandestino al sur de la ciudad, también es una fuente de ingresos para algunas personas que se dedican a recolectar diferentes desechos y desperdicios.
Mérida, Yucatán, 9 de diciembre de 2016.- Lo que aparenta ser sólo un tiradero y basurero clandestino al sur de la ciudad, también es una fuente de ingresos para algunas personas que se dedican a recolectar diferentes desechos y desperdicios, para poder obtener un poco de dinero a costa de la inconsciencia que de los habitantes de la zona.
Tal es el caso de Polanco Romero que, a sus 86 años de edad, todos los días camina varios kilómetros para obtener plásticos, fierros, ropa, cobre y todo lo que puede ser considerado como chatarra. Vecino de la colonia “La Guadalupana”, el octogenario vive en un cuarto en casa de su sobrina pues sus hijos se deslindaron de él hace muchos años atrás.
Polanco se dirige hacia una brecha dentro de un terreno baldío, a la altura del kilómetro 11 del periférico de la ciudad y se interna en ella para ver que de nuevo hay en el sitio que pueda recolectar. A su paso encuentra un cerro de ganchos para colgar ropa que puede vender como plástico mientras que va dejando atrás un “cementerio” de refrigeradores y neveras que sean vueltos inservibles.
A unos cuantos metros del hombre, un incendio de basura y maleza deja ver una nube de humo negro que llaman la atención de las autoridades, quienes llegan al lugar para verificar, pues este tipo de siniestros se han vuelto normales en la zona. El recolector, sin prestar importancia a lo que está ocurriendo, continúa haciendo su labor que por más de 30 años le han dado de comer. (Texto y fotos de Cuauhtémoc Moreno)