Poco importa el riesgo a contagios de Covid-19 cuando lo urgente es alimentar a la familia
Mérida, Yucatán, 21 de mayo de 2020.- La contingencia por la pandemia del coronavirus ha traído efectos entre la población como la desinformación, sobre todo en aquellos que están más ocupados en llevar el sustento diario a sus hogares.
Desde el Balcón realizó un recorrido por el sur profundo de Mérida, desde las colonias Emiliano Zapata Sur I, II, III y Ampliación, San Antonio Xluch, San José Tecoh, San Arturo, Cruz del Sur y zonas colindantes con la conocida Avenida 86, donde se cuestionó a ciudadanos y dueños de negocios sobre qué tanto están informados sobre el coronavirus SARS-CoV-2 (Covid-19).
María Silvia Couoh Mex, que sola tiene bajo su responsabilidad a un niño de ocho años, ya que es viuda, se dedicaba a la venta de frutas y golosinas afuera de las escuelas y comentó que atraviesa una situación difícil por la falta de recursos ya que no hay clases.
Comentó que tenía la esperanza, como cada año, en las festividades del Día del Niño y de las Madres, y de salir a los tianguis para vender pequeños artículos, pero tampoco se pudo.
“Hay temor de contagiarse y soy consciente de lo que implica, pero no me queda de otra porque no estoy inscrita en ningún programa federal”, indicó.
“Ahorita que es temporada de ciruela, también he intentado vender, no me queda de otra; intenté entrar a los programas del Gobierno estatal, pero me enteré tarde y del Gobierno federal nunca he tenido apoyo”, manifestó.
Por su parte, Martín Mora Chan, vecino de la Ampliación Emiliano Zapata III, asegura que ha escuchado que el virus es falso, que es mentira del Gobierno “pero mientras son peras o manzanas prefiero mantenerme protegido, tengo hijos que dependen de mí y no me puedo dar el gusto de enfermarme”, explicó el vecino de la Ampliación Emiliano Zapata III.
Cabe destacar que los comerciantes que trabajan en la Avenida 86, en su mayoría, toman las medidas necesarias respetando las disposiciones de las autoridades de salud, pero también hay algunos otros, en su mayoría jóvenes, que hacen caso omiso de estas medidas.
También hay quienes intentan aplicar los requerimientos durante esta pandemia, pero por el desconocimiento no se colocan bien el cubrebocas, los mantienen por horas aun empapados por el sudor, no usan gel antibacterial o pasan varias horas sin lavarse las manos.
“Desde que empezó la contingencia no tengo trabajo, ha sido muy difícil; en ocasiones lavo algún carro en casas, compro el gas de un vecino, pero no es lo mismo como tener un trabajo fijo”, expresó Máximo Mucuy Dzul.
La contingencia sanitaria que se vive hoy en México, y por supuesto en Yucatán, ha dado un golpe duro a la clase baja, quienes esperan recibir algún apoyo gubernamental, o en su caso, que regrese todo a la normalidad, unos a sus actividades y otros para buscar nuevamente un trabajo que les permita llevar el sustento a sus hogares.
Jonatan Hilera