La causa de muerte de la mayoría de los mamíferos marinos se debió a la interacción con el ser humano
Mérida, Yucatán, 20 de enero de 2017.- El biólogo Raúl Díaz Gamboa, quien encabeza la Red de Varamientos de Mamíferos Marinos de Yucatán, señaló que los casos que se registran en la costa son muy variables y que no se puede establecer una media, debido a que no existe un patrón que se repita constantemente cada año, pues por ejemplo, en 2016 hubo 25.
Díaz Gamboa acotó que el año pasado encontraron en la costa yucateca los cuerpos sin vida de: una ballena de aleta, cuatro cachalotes pigmeos, un delfín de dientes rugosos y 19 delfines bufeos. Dijo que en el 2015 se contabilizó un caso, pero en 2013 se reconocieron 20 varamientos, por lo que con estos datos no se puede hablar de una media, ya que los números varían cada año.
El biólogo dijo que estos números se pueden deber a que varias dependencias – como la Universidad Autónoma de Yucatán, la Procuraduría Federal de protección al Ambiente, diferentes ayuntamientos de puertos, Capitanías, entre otras- están trabajando en red, lo cual permite una mayor cubertura para el registro.
El especialista señaló que las redes sociales han sido de igual manera una herramienta, para que esa organización se entere de los varamientos.
“Hemos tenido casos reportados por pescadores en altamar, los cuales al momento ‘suben’ estos hechos a la red y nos enteramos”, acotó Raúl Díaz.
El biólogo explicó que la causa de muerte de la mayoría de los mamíferos marinos que encallaron en Yucatán, se debió a la interacción con el ser humano, es decir, algunos se enredaron con redes de pesca, pero que a pesar de estos hechos, “no es intención de los pescadores locales atrapar estos ejemplares”.
Cabe mencionar que en algunos casos los animales marinos se comieron bolsas de plásticos y eso provocó los decesos.
En ese sentido Díaz Gamboa acotó que se deben encontrar mejores métodos de pesca o temporadas óptimas para evitar que los ejemplares marinos terminen muriendo en las redes.
En el caso de la ballena de aleta que encalló en febrero del año pasado, -hecho que fue difundido por los medios de comunicación y por las redes sociales-, el biólogo dijo que en las causas de muerte no se encontró evidencia de que haya fallecido por interacción con la pesquería, sin embargo, por la degradación –putrefacción- del tejido no pudo arrojar resultados ‘confiables de ´la causa de muerte.
Por último el biólogo Díaz Gamboa, recomendó que para evitar los varamientos habría que mejorar el uso y las prácticas pesqueras, como no dejar las redes todo un día, así como evitar las zonas de concurrencia de los mamíferos marinos, y restringir uso de dichas artes a cierta profundidad.
“Tenemos que jalar parejo todos los sectores –el científico, el productivo, administrativo- para ver cuál es la mejor forma y las mejores prácticas para evitar en lo más que se pueda estos casos”, declaró. (Guillermo Castillo)