Ubica el pronóstico de crecimiento entre 2 y 3% por la débil actividad en EU y baja producción petrolera nacional.
México, 20 de mayo de 2015.- El debilitamiento de la actividad en Estados Unidos y la caída en la producción nacional de petróleo comenzaron a lastrar el crecimiento de la economía mexicana, advirtió este martes el Banco de México (BdeM), que redujo a un nivel de entre 2 y 3 por ciento su previsión de incremento del producto interno bruto (PIB) para este año, medio punto porcentual menos de lo previsto apenas hace tres meses. Este es el tercer trimestre consecutivo que el banco central recorta su pronóstico para 2015.
En términos generales, tanto en las exportaciones (85 por ciento del comercio exterior de México es con Estados Unidos) como en la inversión tuvimos un comportamiento más moderado durante el primer trimestre, y en el consumo hay datos un poco más alentadores, aunque se tienen que consolidar hacia adelante, y eso nos ha llevado a la corrección de pronósticos del crecimiento
del PIB, expuso Agustín Carstens Carstens, gobernador del banco central, en conferencia de prensa.
Con la revisión de este martes, anunciada por el gobernador Carstens durante la presentación del Informe trimestral enero-marzo de 2015, el Banco de México se ha distanciado más de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en cuanto a la previsión de crecimiento para 2015. La dependencia del Ejecutivo todavía mantiene la expectativa de que el producto interno bruto aumentará entre 3.2 y 4.2 por ciento. El dato oficial del PIB en el primer trimestre de 2015 será dado a conocer el próximo jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La SHCP ha definido la práctica de anunciar revisiones en sus pronósticos, cuando es el caso, una vez que es conocido el dato trimestral del PIB.
Una de las razones por las que el Banco de México redujo su previsión de crecimiento de este año, expuso Carstens, es la desaceleración de las exportaciones mexicanas a consecuencia de una menor actividad en Estados Unidos. En el informe se destaca que en el primer trimestre hubo una disminución de las ventas al exterior, tanto de automotrices como del resto de exportaciones manufactureras. “Si bien la depreciación del peso –de alrededor de 14 por ciento en el año– favoreció las exportaciones de México, este efecto se vio contrarrestado por una disminución en la demanda de Estados Unidos”.
Otra de las razones detrás de la reducción en el pronóstico es la caída en el valor de las exportaciones petroleras por la disminución en el precio internacional del crudo, así como por la menor producción de petróleo en México.
El informe destaca que parte de los riesgos para el crecimiento de la economía nacional mencionados en el informe del trimestre pasado se han venido materializando
. En particular, menciona, la plataforma de producción petrolera ha continuado disminuyendo y hay gran incertidumbre sobre su evolución futura.
Asimismo, la actividad económica de Estados Unidos se vio afectada negativamente en el primer trimestre, en parte por factores temporales, además de que, en un contexto de apreciación del dólar, se revisaron a la baja las expectativas de crecimiento estadunidense para todo el año.
En consecuencia, la demanda externa de México registró pérdida de dinamismo y se prevé un crecimiento en el primer trimestre menor que el esperado.
Adicionalmente, si bien el gasto interno en México ha continuado registrando una gradual recuperación, todavía no muestra señales claras de que pudiera presentar un mayor dinamismo hacia adelante, dice.
Esta es la segunda ocasión en el año y la tercera desde noviembre pasado, en que el banco central reduce su previsión de crecimiento del PIB para 2015.
En noviembre pasado anticipó para este año un crecimiento de entre 3 y 4 por ciento, que era dos décimas menos que la previsión hecha en agosto previo. En febrero, calculó para este año que el PIB crecería entre 2.5 y 3.5 por ciento.
Ahora, calcula que la economía mexicana crecerá entre 2 y 3 por ciento en 2015. Esta previsión es menor en 1.2 puntos porcentuales a la que tenía hace un año.
En tanto, el pronóstico para la inflación se mantiene sin cambio, respecto al del informe del trimestre anterior. El gobernador Carstens insistió en que la depreciación del peso, si bien ha afectado parcialmente el precio de algunos bienes de consumo duradero, no se ha trasladado al resto de precios de la economía. La inflación, dijo, se mantendrá este año y el próximo en torno a la meta permanente de 3 por ciento anual. (La Jornada)