Urgen campañas de concientización para mantener limpios estos cuerpos de agua
Mérida, Yucatán, 22 de abril del 2018.- El arqueólogo y especialista en proyectos de limpieza de cenotes, Sergio Grosjean Abimerhi declaró que es necesario restaurar el cuerpo de agua que fue rellenado con material pétreo en una granja de Tizimín, y recalcó que para este tipo de labores se requiere una fuerte inversión de dinero.
Como se ha informado en Desde el Balcón, la semana pasada la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) clausuró el rancho “Asideros” en esa localidad del oriente de la entidad, luego que personal que ahí trabaja rellenó un cenote con material pétreo, tierra y restos de vegetación con la intención de taparlo, provocando un importante daño ambiental.
Al respecto, el experto expresó que se debe sancionar a los responsables conforme a la ley, además de que el cuerpo de agua debe ser restaurado, es decir, regresarse a las condiciones en las que se encontraba.
Enfatizó que sí es posible recuperar un cenote que fue rellenado, aunque la limpieza y restauración generalmente requieren una fuerte inversión –que puede ir de los 40 mil a más de un millón de pesos-, además de investigaciones previas y la intervención de especialistas.
Como ejemplo, citó el caso del cenote Sahcabá en Hocabá, que había sido tapado con lo que aparentemente eran vestigios de una estructura prehispánica por orden de un alcalde. La recuperación costó aproximadamente 300 mil pesos.
En este punto comentó que hasta hace unos años la práctica de rellenar los cenotes era frecuente. Sobre todo era común que se emplearan para verter desechos de animales. Sin embargo subrayó que en los últimos años esa tendencia ha disminuido, ya que la sociedad ha recobrado conciencia del potencial turístico y la plusvalía que generan esos cuerpos de agua en las viviendas.
Pese a esto, indicó que urge que las autoridades implementen acciones para concientizar a la población sobre la importancia de mantener limpios los cenotes.
“Según la SEDUMA son poco más de 3 mil cenotes en Yucatán, no se pueden vigilar todos, no se puede poner un policía en cada uno. Las autoridades deben crear campañas de concientización con niños, en escuelas. Cuando hubo epidemia de dengue pusieron en marcha la campaña de descacharrización y funcionó, ¿por qué no crear algo así para los cenotes?”, abundó.
Grosjean Abimerhi indicó que las consecuencias de rellenar uno de esos cuerpos de agua incluyen la pérdida de evidencia arqueológica y paleontológica, además de que las especies de flora y fauna endémicos podrían desaparecer si se tapa un cenote. “Podría dar el caso de que se ubiquen animales o plantas específicamente en un cuerpo de agua y al afectarlo de esa manera podría desaparecer de la faz de la tierra una especie única”, sostuvo. (Lilia Balam)