Lesiones, ranking, familia y edad se conjugan para que el suizo participe, tal vez, en su último año en la ATP
Ciudad de México, Mex., 29 de dic. de 2016.- Desde hace más de siete años se habla sobre la edad y el inminente retiro de Roger Federer como tenista profesional.
Todo empezó cuando el suizo tenía 27 años y cedió la cima del ranking por primera vez en 2008 a manos de Rafael Nadal. Tres años más tarde, el rumor regresó cuando de nuevo entregó la posición de honor.
Aunque desde 2010 no ha regresado a la cima de la ATP, Federer ganó Wimbledon en 2012 y en 2015 llegó a las finales de Wimbledon y el US Open… nada mal para un veterano de 34 años.
Pero ahora, con un año más de vida, el suizo enfrenta algunas situaciones que nunca había vivido en su carrera y que podrían ser un termómetro de que este año, ahora sí, el adiós podría ser definitivo.
La temporada 2016 fue una pesadilla para el ganador de 88 títulos, 17 de Grand Slam, ya que a lo largo de la temporada jugó solamente siete torneos, la única final que jugó fue una derrota en contra del canadiense Milos Raonic en el Abierto de Brisbane, al iniciar el año.
Federer llegó a las semifinales en Australia, no jugó en Roland Garros y el último torneo en el que participó en 2016 fue Wimbledon, en el que avanzó hasta las semifinales para perder nuevamente contra el Misil Canadiense.
Las lesiones fueron la nota principal en el año del suizo, quien vivió algo inusual cuando fue sometido a una cirugía de meniscos en la rodilla izquierda, luego de perder en las semifinales del Abierto de Australia. La lesión se produjo mientras Federer bañaba a sus mellizas.
La otra novedad fue su estrepitosa caída en el ranking. El suizo abandonó el Top 10 de la ATP por primera vez en más de 13 años y su ubicación actual es el lugar 16.
Las lesiones, el ranking, los 35 años y sus cuatro hijos son los mejores indicativos de un posible retiro.
A pesar de todo, Federer, quien tiene una marca histórica en la ATP de mil 80 triunfos a cambio de 245 derrotas, nunca ha abandonado un partido una vez que inicia. Son mil 325 juegos los que siempre ha completado, gane o pierda: él nunca abandona a la mitad de un partido.
En diciembre de 2012, durante una gira de exhibición en Sao Paulo, Brasil, Federer aseguró que su carrera iba a llegar al menos hasta el final de 2016 para participar en sus quintos Juegos Olímpicos.
Sin embargo, las lesiones se lo impidieron y llegar a Tokio 2020 es un reto por demás complicado, debido a todas las exigencias físicas y personales en la vida del suizo.
Aunque el optimismo es grande y los seis meses de inactividad los trata de tomar de la mejor forma posible.
“Creo que podría ser muy benéfico para el futuro de mi carrera este descanso de seis meses”, dijo Federer. “Me siento rejuvenecido, refrescado. Tal vez mentalmente necesitaba este descanso más de lo que pensaba. Quizá también mi cuerpo necesitaba un receso más de lo que pensaba”.