Poco probable que los mayas hayan seguido un sólo plan de edificación de urbes tan preciso, con cientos de años de diferencia
Mérida, Yucatán, 11 de mayo del 2016.- Luego que se dio a conocer que un joven canadiense de nombre William Gadoury “encontró una ciudad maya” a partir de su hipótesis de que construían las urbes de acuerdo a la disposición de las constelaciones, el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Ilan Vit Suzan, declaró que dicho argumento tiene datos poco creíbles.
Para empezar, aclaró que las ciudades mayas que se conocen fueron construidas a partir de cientos de años de diferencia, por lo que considera poco probable que hayan seguido un sólo plan o proyecto de edificación de urbes tan preciso.
“Dzibilchaltún y Cobá pertenecen a los años 400 ó 600 de nuestra era, contra Chichén Itzá y Uxmal, que son de los años 1100 ó 1200, y dista de Mayapán que pertenece a 1400 ó 1600. Hay poca posibilidad de que un mismo proyecto de mapa de construcción de sus ciudades lo haya seguido la gente con mil años de diferencia”, explicó el arqueólogo.
Además, recordó, las estrellas de las constelaciones no se ven en el mismo lugar en el cielo con esas diferencias de tiempo tan grandes.
“Las estrellas que vemos hoy día no están en el lugar en el cielo en donde estuvieron hace 2 mil años. Ahí está el principal punto débil de la argumentación del joven canadiense”, indicó el director de la zona arqueológica de Dzibilchaltún.
Pero sobre todo, recalcó, es muy difícil entender que las decisiones colectivas de un grupo humano de gran tamaño (los mayas) para fundar una ciudad se determinen a partir de un plan tan abstracto como es el “copiar la posiciones de las estrellas y asentarse en donde les toque”.
“Las razones para construir sus ciudades correspondían a dinámicas sociales, económicas, geográficas, políticas… es decir, son procesos complejos y largos. Pensar que las ciudades se levantaron en donde indican las estrellas es raro… es decir, imagínate que les haya tocado un lugar donde no haya nada de recursos naturales, y que se frieguen, pero si te tocó en una zona donde hay agua, pues suerte, aprovéchala”, declaró.
Vit Suzan también puso en duda la interpretación que hizo el joven canadiense al Códice Tro- Cortesiano de Madrid, pues aseguró que son documentos muy complejos, que apenas están siendo investigados por una ciencia muy joven, que es la epigrafía.
“Las interpretaciones que se le hacen a los glifos han cambiado muy radicalmente en pocos años, es muy inestable cuánto dura una interpretación, por eso es complicado asimilar la del joven”, señaló.
Dijo que no se le puede dar certeza a la hipótesis del canadiense de que las ciudades mayas se construyeron a partir de la posición de las constelaciones, pues a lo mejor el códice en realidad hace referencia a datos calendáricos para determinar fechas para pintar las casas o deshierbar la milpa.
Eso sí, el arqueólogo indicó que quizás William Gadoury pueda tener un “golpe de suerte”, y a lo mejor sí hay un sitio arqueológico de mediano tamaño en la zona de Centroamérica que supuestamente halló con Google Earth, “porque lo más probable es que todavía faltan muchos otros por descubrir”.
Es decir, aclaró que debido a cuestiones políticas e incluso militares, todavía no se ha podido explorar toda la región “por lo que no se puede descartar que haya un sitio de mediano tamaño, claro, basándose en la premisa de que pueden haber muchos, y no porque se construyeron siguiendo la posición de las estrellas”.
Vit Suzan declaró que le da mucho gusto enterarse de que haya jóvenes, como William Gadoury, interesados en estudiar el pasado de los pueblos prehispánicos, y que incluso recurran a las nuevas tecnologías. Pero recalcó que hay especialistas que llevan entre 15 y 20 años de vida profesional, que realizan trabajos académicos maduros, “y no es tan sencillo llegar a ese tipo de hipótesis”. (Herbeth Escalante)