Aunque las redes sociales han estado «incendiarias» acerca del posible reemplacamiento en Yucatán previsto para el mes de septiembre, la realidad es que es altamente probable que el gobernador del Estado, Mauricio Vila Dosal, decida cancelarlo y posponerlo hasta para el año 2021, pese a que esto representaría para su administración dejar de captar varios millones de pesos.
Sin embargo, dada la pandemia, el desempleo, reducción de salarios y que apenas se buscará reactivar en parte la economía local, tendría que hacerlo no solo porque es sabido que los bolsillos de los yucatecos no están precisamente para pagar ningún impuesto por ahora, por muy legítimo que sea, sino porque además significaría un duro golpe al gobierno mismo de Vila Dosal, ya de por sí afectado por tantos imprevistos y circunstancias.
En el mismo seno del PAN -se asegura- se sopesó la posibilidad de seguir de largo con el proyecto de reemplacamiento y el «costo político» que, seguramente, tendría para el partido, y en beneficio de sus adversarios más cercanos, Morena y el PRI, entre otros.
Así que el gobierno local tendría, entonces, al igual que los ciudadanos, que apretarse una vez más el cinturón. A ver qué pasa.
Desde el Balcón