Participan más de 400 elementos de dependencias estatales y federales.
Mérida, 03 de marzo de 2014.– La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) en coordinación con otras dependencias de seguridad del estado de Yucatán, implementó un operativo mixto en la costa para atender las problemáticas generadas por la captura ilegal de pepino de mar, de lo cual se deriva la ocupación y afectación de espacios de manglar para el procesamiento de éste.
En dicho operativo participaron más de 400 elementos provenientes de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, las Secretarías de la Defensa Nacional (SEDENA), y Marina (SEMAR), Protección Civil Estatal, Secretaría de Salud de Yucatán, Fiscalía General del estado, Secretaría de Gobernación (SEGOB), Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), Policía Federal (PF) y PROFEPA.
El operativo surge dentro del Grupo de Coordinación Yucatán del cual forma parte la PROFEPA y que tiene como función el atender y dar seguimiento a las problemáticas que generan inseguridad e ingobernabilidad en el estado, siendo la materia ambiental un área a atender. Es ahí donde se planteó la problemática que tiene la captura ilegal de las especies de pepino de mar con la destrucción del manglar, cuyos espacios son utilizados por los pescadores furtivos para el procesamiento del producto.
Es por ello que se organizó y coordinó el operativo mixto, que se ejecutó previo a la temporada de captura que inició el 24 de febrero de 2014, el cual inició de manera simultánea en el Puerto de Dzilam de Bravo y en el puerto de Progreso, sitios donde se ha reportado actividad importante en torno a la captura de estas especies marinas.
Se incursionó en plantas congeladoras ubicadas en el Puerto de Progreso y en Dzilam de Bravo en donde elementos de la Secretaría de Salud y Protección Civil de Yucatán apoyados por inspectores de la PROFEPA revisaron las áreas de conservadores y de empaques. En uno de los sitios únicamente se encontraron irregularidades en el ámbito de la competencia de la Secretaría de Salud, aplicándoseles las medidas de seguridad correspondiente.
Simultáneamente se verificaron sitios que se están habilitando como áreas de procesamiento de pepino de mar, conocidos como “sancochaderos”, que colindan con el manglar y que se encuentran alrededor del Puerto de abrigo de Dzilam de Bravo. Si bien no se detectó en el momento alguna situación que requiera de aplicar medidas bajo procedimiento de la PROFEPA, se dará seguimiento a estos sitios para inspeccionarlos durante su operación.
Cabe señalar que la importancia del ecosistema de manglar recae en que funcionan como barreras naturales de protección contra el impacto de fenómenos naturales, son zonas de protección y crianza de especies comerciales, son filtros biológicos, de retención y procesamiento de algunos contaminantes, entre otros beneficios que proporciona a las actividades recreacionales y cinegéticas.
Los manglares son especies que se encuentran enlistados dentro de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, bajo la categoría de Amenazada, es decir, que podrían llegar a encontrarse en peligro de desaparecer a corto o mediano plazo, si siguen operando los factores que inciden negativamente en su viabilidad, al ocasionar el deterioro o modificación de su hábitat o disminuir directamente el tamaño de sus poblaciones.
La sanción administrativa según el artículo 171 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), señala que puede ir desde una multa por el equivalente de treinta a cincuenta mil días de salario mínimo general, hasta la clausura temporal o definitiva, total o parcial de la obra.
Además de la sanción señalada en la LGEEPA, este delito es considerado penal ya que según el Artículo 420 Bis en su fracción I del Código Penal Federal, se señala que aquel que dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas, esteros o pantanos, se le impondrá la pena de dos a diez años de prisión y por el equivalente de trescientos a tres mil días multa.