Se tiene una falsa idea de que una minoría es una amenaza para la sociedad
Mérida, Yucatán, 21 de mayo de 2021.- Especialistas alertan que en la sociedad yucateca existen todavía prejuicios y estereotipos aceptados como verdades, sobre todo en el terreno de la sexualidad, lo que lleva a discriminar, excluir y violentar a las personas con identidades sexuales y de género diversas.
En el marco del Primer Seminario de Cultura de Paz “Una construcción desde la educación”, la académica de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Marcela Durán Rosado, afirmó que entre los mexicanos prevalece la injusticia testimonial, que se traduce en descalificar, ignorar o no tomar con seriedad las voces o testimonios de quienes han sufrido este tipo de discriminación.
Explicó que en el ámbito de la sexualidad estas maneras de discriminar resultan imperceptibles para las personas o instituciones cuando se tiene la concepción “de que somos mujeres y hombres conforme al órgano sexual de nacimiento o de acuerdo con las ideas valorativas de que constituye ser un ‘auténtico hombre’ o una ‘auténtica mujer’.
Añadió que se tiene una falsa idea de que un grupo ‘minoritario’ representa una amenaza para la sociedad, o que algo malo va a suceder si se les permite ser como ellos quieren.
“Las personas tienden a asumir que tienen ese permiso moral para opinar o involucrarse en la sexualidad ajena y actúan como jueces al etiquetar a personas con diferentes orientaciones; por ello, este tipo de comportamiento ocurre en espacios educativos, donde existe un temor profundo a abordar temas relativos a la sexualidad”, manifestó.
Durán Rosado destacó que las niñas, los niños, adolescentes y jóvenes deben conocer en torno a la sexualidad temas como la anatomía de los órganos reproductivos, reproducción, métodos anticonceptivos, enfermedades de transmisión sexual, expresiones amorosas y diversidad sexo-genérica.
Finalmente, puntualizó que los retos para fortalecer a la cultura de la igualdad deben estar en la disposición a desaprender para volver a aprender; romper con la inercia de verdades absolutas; pasar del papel a la práctica; emprender acciones individuales y colectivas; y el trabajo articulado desde los diferentes sectores de la sociedad.
Jorge Euán