La oficina encargada de evitar guerras fuera del planeta Tierra habló con Excélsior sobre sus planes para divulgar los beneficios de la ciencia
México, 21 de julio de 2018.– Desde las primeras civilizaciones humanas la curiosidad sobre lo qué existe más allá de la Tierra ha sido objeto de diversos estudios y teorías, que iniciaron una nueva era cuando el astronauta ruso Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en viajar más allá de la atmósfera terrestre.
Este hecho, más allá de ser celebrado, hizo surgir una nueva preocupación: proteger el espacio de aquellos que, aprovechando las nuevas tecnologías, quisieran tomar ventaja y ocuparan los cuerpos celestes a diestra y siniestra para tomar el control sobre ellos.
Podría parecer una idea sacada de la mente de George Lucas, el creador de la saga Star Wars, sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no quiso correr ningún riesgo y fue así que, en 1962, creó la Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre (UNOOSA, por sus siglas en inglés), una división cuyo objetivo es promover la cooperación pacífica entre países para la exploración del espacio.
«Esta oficina ayuda también a divulgar los beneficios de la ciencia del espacio, su tecnología y la exploración de la humanidad, mismos que son usados para ayudar a los países en desarrollo”, explicó a ExcélsiorSimonetta Di Pippo, directora de UNOOSA.
Para muestra basta un botón. En 2006, la oficina creó el programa UN-SPIDER, una plataforma para el Manejo de Desastres y Respuesta de Emergencias, la cual utiliza la información de los satélites espaciales para analizar y medir los riesgos ante una catástrofe natural inminente y ayudar a los países a actuar correctamente. En otras palabras, es como un Big Brother espacial.
Aunque prevenir no es la única ventaja de esta Oficina. La información geoespacial y el análisis que se genera desde el Sistema de Satélites Globales de Navegación Europeos que han ayudado a optimizar la producción de las cosechas. Les indica a los agricultores qué lugares son los mejores para la siembra de algún producto y les ofrece técnicas para aprovechar de forma ejemplar el agua del lugar y para lograr una cosecha inteligente.
UNOOSA prevé que esta ayuda del espacio podría reducir en 10 y 20% el uso de pesticidas y combustible para los vehículos agricultores. ¿Con qué objetivo? Cumplir con la agenda 2030 marcada por la ONU en 2015, la cual incluye la creación de ciudades sustentables.
AYUDA PARA PAÍSES EN DESARROLLO
Otra de las razones por las que este programa fue creado es la de dar acceso a cualquier nación a las tecnologías espaciales para que no exista alguna ventaja o desventaja y se pueda mantener el orden y la paz, una de las principales metas de esta oficina.
Es así que, gracias a una alianza con la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA por sus siglas en inglés) y Kenia fue el primer país en lanzar un satélite cubo, mejor conocido como CubeSat desde la Estación Espacial Internacional (EEI).
El CubeSat es un diseño de nanosatélite integrado por cubos de 10 centímetros que se utiliza para observación terrestre y ayuda de transmisión de ondas de radio. Con este lanzamiento se pretende que la observación espacial pueda ayudar a este país a desarrollar un plan de desarrollo sustentable que pueda eliminar la pobreza y el hambre para el año 2030.
Los siguientes en este proyecto, denominado KiboCUBE, serán Guatemala y Mauritania.
Uno de los acuerdos que esta oficina ha logrado es con la Empresa Sierra Nevada Corporation la cual permite a los Estados miembro, especialmente los que no tienen acceso a programas espaciales, desarrollar y volar cargas útiles (como provisiones) para misiones relacionadas con experimentos de microgravedad, los cuales, según la EEI, pueden ser muy útiles para conocer el comportamiento de las plantas en otro ambiente y ver si es posible que exista vida sustentable fuera de la Tierra.
Esta colaboración no sólo se centra en las cúpulas exclusivas de tecnología de cada Estado miembro. Cada año, esta oficina organiza cursos de entrenamiento, seminarios y talleres relacionados con los temas espaciales que pueden ser tomados por estudiantes que deseen acercarse a este mundo.
De acuerdo con Di Pippo, más de 18 mil personas han tenido acceso a sus oficinas en Viena, Austria, para atender a alguna de estas actividades.