Eduardo Batllori dijo estar alarmado ante la desinformación en torno al caso
Mérida, Yucatán, 26 de febrero de 2018.- El Secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (SEDUMA), Eduardo Batllori Sampedro insistió en que los procesos para autorizar que opere la granja porcícola de la empresa “Producción Alimentaria Porcícola” (PAPO), misma que se construye en Homún, fueron los señalados por la ley y negó que la dependencia a su cargo esté privilegiando a la compañía.
El funcionario también dijo estar alarmado ante la desinformación en torno al caso, motivo por el que convocó a una rueda de prensa para exponer todos los detalles del expediente de la granja.
Comunicó que el Tribunal de lo Contencioso Administrativo continúa con el procedimiento de la revocación de la licencia de uso de suelo de este proyecto, pero mientras tanto, la empresa puede continuar con la construcción de la granja, misma que ya tiene un avance del 70%. “Si el tribunal revoca la licencia, nosotros paramos de inmediato”, abundó.
A su vez, mencionó que el pasado 31 de enero fue desechado el amparo que promovieron los trabajadores de los cenotes. “La parte quejosa no respondió, tuvo oportunidad y no lo hizo”, comentó.
El funcionario señaló que los quejosos podrían llegar a otras instancias legales, incluso internacionales ya que los temas de defensa del territorio, del agua, del medio ambiente “se prestan para eso”.
“No dudo que por la negativa del amparo se vayan a instancias superiores de los tribunales, no sé si lleguen hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación por los temas indígenas y la consulta o la violación a derechos humanos, o se vayan a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Pueden hacerlo”, sostuvo.
Reiteró que de acuerdo al Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio del Estado, emitido en julio del año 2007, y al propio decreto que establece la reserva geohidrológica del Anillo de Cenotes como Área Natural Protegida, publicado en el 2013, no está prohibida la actividad porcícola en el área donde se construye la granja.
Además recordó que de acuerdo al resolutivo emitido por SEDUMA en materia de impacto ambiental, se requirió a la empresa que instale una planta de tratamiento de aguas residuales de tipo industrial, misma con la que según el secretario “ninguna planta cuenta ahora, por lo que marcará una pauta en materia de agua y granjas porcícolas”.
De igual forma, se solicitó que el 53% de la superficie del proyecto fuera destinada como área de conservación, se impide la política de expansión para la granja, que cuente con un sistema de monitoreo con análisis de empresas registradas y autorizadas y que no inyecte residuos en el manto freático. Insistió en que la población máxima será de 23 mil 232 cerdos y no 50 mil como se ha dado a conocer en algunos medios de comunicación.
Recalcó que ha trascendido que la manifestación de impacto ambiental fue suscrita por una cirujana dentista, por lo que se ha criticado que no tiene una especialidad afín a la actividad. “Esto representa un acto de discriminación, por profesión, grado académico y género, que atenta contra la igualdad de oportunidades”, sostuvo.
Insistió en que sí se ha cumplido con el marco legal y que incluso cuando es factible que la granja sea construida, será sometida a verificaciones sin periodicidad establecida. En caso de detectar que contamine, sería clausurada por la SEDUMA.
Batllori Sampedro negó las acusaciones de quienes están en contra de la construcción de la granja. “Dicen Batllori es corrupto, ya lo compraron, le ofrecieron dinero, la Secretaría ha estado privilegiando a la empresa. Me preocupa que se siga malinformando”, declaró.
En este punto, detalló que el origen del conflicto puede ser la ruptura en la cohesión social de la comunidad y que las autoridades competentes “se brincaron pasos”. Citó como ejemplo que la decisión de autorizar la licencia de uso de suelo debió estar sometida al cabildo.
También describió que algunos pobladores no están de acuerdo con que se realicen actividades en los cenotes ya que hay personas que se están “enriqueciendo en aguas sagradas”. Añadió que la actividad turística, aunque se ve como “una panacea” también debe ser sometida a análisis, ya que también impacta socialmente. “Como en Cancún, hay desintegración social, turismo sexual, drogadicción”, explicó.
Asimismo, comentó que de los proyectos turísticos que se llevan a cabo en Homún, solo tres están autorizados, mientras que 13 operan sin autorización. “Algunos hacen boquetes para poner escaleras. El daño a la materia es riesgoso”, sostuvo y agregó que algunos cenotes incluso presentan concentraciones de coliformes fecales, es decir, están contaminados.
Reiteró que es necesario encontrar vías para que las actividades turísticas y las del sector porcícola “logren la coexistencia y armonización de tal forma que los beneficios se distribuyan lo más ampliamente posible entre la población”. (Lilia Balam)