El famoso catcher de los Yanquis, quien participó en la Segunda Guerra Mundial, también fue conocido por sus frases.
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de septiembre de 2015.- El partido para Yogi Berra terminó el mismo día en que inició. El legendario beisbolista, ganador de diez Series Mundiales con los Yanquis de Nueva York y el ejemplar ciudadano estadunidense, que participó en la Segunda Guerra Mundial, murió a los 90 años el 22 de septiembre de 2015. Justo en el día que se cumplieron 69 años de su debut en Grandes Ligas.
Lawrence Peter Berra, descendiente de una familia humilde de inmigrantes italianos será recordado por sus logros en el diamante, pero también por su ejemplo fuera de ellos por lo que se convirtió en un icono para los estadunidenses. Mención aparte son las singulares frases que le hicieron famoso como la de “Esto no se acaba hasta que se acaba” y dieron vida a un libro de yogismos titulado No he dicho todo lo que dije.
Recibió su mote cuando era muy joven, en San Luis, de donde era originario. Entre sus compañeros de un equipo de beisbol amateur figuraba Jack McGuire, otro futuro pelotero de las mayores.
Algunos fuimos a una película en la que aparecía un yogui, y después de eso, Jack comenzó a llamarme Yogi. Se me quedó”, dijo Berra alguna vez al Saturday Evening Post.
Se asegura que el famoso Oso Yogi, de los dibujos animados, fue bautizado así por el catcher de los Yanquis como un juego de palabras en inglés Yogi Bear.
Berra apoyó el desembarco de las fuerzas estadunidenses en Normandía, en 1944, y jugó con los Yanquis de 1946 a 1963.
Era un personaje mundialmente conocido. En una visita que hizo al Vaticano fue recibido por el papa Juan XXIII y Berra saludó con un “Hola Papa”, mientras que su Santidad le respondió “Hola Yogi”.
Se casó en 1949 su esposa Carmen murió el año pasado. Tuvo tres hijos, 11 nietos y un bisnieto.
Yogi era conocido por “hacer lo correcto” y una “tolerancia natural” de los demás, como cuando se hizo amigo de Elston Howard, primer jugador negro del equipo de los Yanquis en 1955.
En 2013, Berra también se convirtió en un embajador de ´Athlete Ally´, una organización sin fines de lucro dedicada a la lucha contra la homofobia y la transfobia en el deporte.
En mayo pasado, cuando cumplió 90 años sus familiares y seguidores hicieron una petición a la Casa Blanca, para que el presidente Barack Obama le otorgara la Medalla Presidencial de la Libertad.
Cuando fue incluido en el Salón de la Fama, en 1972, Berra dijo: “Quiero dar las gracias al beisbol que me ha dado más de lo que jamás hubiera esperado…”.
El catcher más grande de todos los tiempos
Yogi Berra, el catcher que jugara con los Yanquis de Nueva York desde la finalización de la Segunda Guerra hasta inicios de los años 60 falleció a los 90 años y es considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. A pesar de que nunca acabó como líder de alguna estadística a la ofensiva, fue nombrado tres veces el Jugador Más Valioso de las Mayores en 1951, 54 y 55.
Berra fue elegido en 15 ocasiones consecutivas al Juego de Estrellas y al final sumó 18 invitaciones; fue parte de 14 banderines ganados en la Liga Americana con los Mulos y sumó diez títulos de Serie Mundial, más que ningún otro pelotero en la historia. Fue entronizado al Salón de la Fama en 1972.
Berra tenía la marca de más jonrones conectados por un catcher con 358, hasta que en 1980 Johnny Bench, de los Rojos de Cincinnati rompió el récord.
Fue además el receptor del único juego perfecto hasta ahora en una Serie Mundial, la de 1956, teniendo como compañía en la batería a Don Larsen.
Debutó el 22 de septiembre de 1946 a los 21 años y 133 días contra los Atléticos de Filadelfia, y ese día se fue de 4-2 con un jonrón en su segundo turno al bat en las Mayores.
Se retiró un 9 de mayo de 1965, a los 39 años y 362 días.
Bateó para un promedio de .285 con 358 jonrones y mil 430 carreras empujadas, y mantiene la marca de 148 partidos consecutivos sin cometer un error en la receptoría.
Berra se ponchó apenas 414 veces en más de ocho mil 300 apariciones al bat. (Excelsior)