La abogada General de Greenpeace México, María Colín Olmos, lamentó que en un futuro las comunidades sean desalojadas, pues se favorecerá a la industria extractora.
Mérida, Yuc. 24 de febrero de 2015.- La abogada General de Greenpeace México, María Colín Olmos, señaló que la reforma energética aprobada el año pasado, no sólo podría provocar daños ambientales a nuestro país, sino que también generarían despojos de pobladores de comunidades indígenas en un futuro.
Al participar en una conferencia de prensa en esta ciudad, señaló que el esquema de esta reforma favorece a las trasnacionales extractoras de hidrocarburos, para que se queden con las tierras de comunidades étnicas.
“Lo que hemos analizado de la reforma energética, en la manera en que está confeccionada, básicamente con el tema de interés público que se decreta a las actividades de hidrocarburos frente a cualquier otra, como la agrícola, coloca a las comunidades en vulnerabilidad de despojos futuros, pues ya sea de una manera judicial o administrativa, los pobladores se verían forzados a ceder sus territorios”, explicó.
Señaló que la ley plantea que a las comunidades se les haría consultas previas de información sobre los proyectos energéticos que se llevarían a cabo en sus tierras, pero no tendrán ninguna opción para negarse a que se realicen.
“Y en el momento que se les regresaran (las tierras), no sé, en 30 años, en un esquema de servidumbre, seguramente estos territorios estarán severamente dañados después de las actividades que ahí se harán, esa es la amenaza”, aclaró la abogada de Greenpeace.
Colín Olmos también criticó que en breve se utilizará el método de Fractura Hidráulica para extraer gas en México, el cual está prohibido en algunas ciudades de Estados Unidos y Europa, debido a que contamina el subsuelo y el agua con químicos, además de que se desperdiciarían miles de litros del vital líquido con su utilización.
“Lo más lamentable es que la nueva Ley de Aguas que pronto se debe expedir, seguramente se enfocará a que el destino del agua sea para este tipo de industrias, y no tendremos en esas condiciones el escenario de garantizar el derecho humano de gozar de este vital líquido, suficiente y de buena calidad”, agregó.
Indicó que la reforma energética plantea un modelo de desarrollo para promover las industrias meramente extractivas –principalmente trasnacionales-, frente a un proyecto agrícola comunitario “que sería muy difícil que puedan coexistir, y esto incrementará los niveles de inseguridad, confrontación y conflicto social”.
Dijo que hay temor de que en el futuro, si ocurrieran estos enfrentamientos sociales, incrementaría el número de activistas desaparecidos o asesinados en México. De hecho, informó que en los últimos años han desaparecido más de 120 de estos defensores de los recursos naturales.
Colín Olmos criticó la actuación del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) durante la aprobación de la reforma energética, pues fueron sus legisladores los que impulsaron precisamente la Fractura Hidráulica, “y eso es lamentable, porque seguramente también le apostarán a la nueva Ley de Aguas, que se enfocará en dotar de agua a esas empresas extractoras”.
La abogada de Greenpeace participa en la segunda jornada de Promoción y Protección a los Derechos Humanos que se realiza en la ciudad. (Herbeth Escalante)