Un grupo de 135 mexicanos regresó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México repatriados de Estados Unidos
Ciudad de México, Mex., 8 de febrero de 2017.- Fueron 135 mexicanos repatriados los que arribaron a la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, pero sólo un grupo reducido el que salió por la puerta de llegadas internacionales. El primero en llamar la atención de medios nacionales e internacionales reunidos fue Ángeles Moreno, quien vestía una playera azul marino y unos jeans.
El segundo en salir fue Ramón Barajas, de Tamazula de Gordiano, Jalisco. Ya había sido deportado en 1999 y ahora con 18 años trabajando en EU fue detenido al intentar sacar una licencia.
Estaba en Denver, Colorado, dejé a mi esposa y cuatro hijos… ¿Qué pienso?, nada, la situación está fea,” comentó.
“El Presidente nos dio la bienvenida y nos estuvo platicando todas las oportunidades que tiene del programa “Somos Mexicanos” y pues algunos de los apoyos que están brindando para todos los repatriados”, agregó.”
Detalló no tener programada su fecha de regreso a Estados Unidos. “Primero volver a reconocer todo el terreno y ver como esté la situación, buscar la manera de sobrevivir”.
Aseguró que en el último tramo del vuelo no fueron maltratados.
No en el vuelo de Texas hacia aquí no, pero en otro vuelo que nos transportaron de un estado a otro si te tratan muy mal, te tratan con la punta del zapato, esposado pies y manos, del estómago y amarrado como un criminal; te quitan los cinturones, las agujetas, te quitan cualquier objeto que traigas contigo”, relató.
Pedro Vázquez de 38 años, de Hidalgo, puso fecha de regreso: “15 días máximo, sino un poquito más.”
Pedro fue detenido por manejar sin licencia. “Me llevaron a una cárcel, estuve tres días, de ahí me llevaron a Georgia, después me llevaron para El Paso”.
Y también narra los últimos momentos antes de llegar al avión que lo traería de regreso a México.
No nos dejaron ni dormir, nos tenían despiertos desde la una de la mañana, ahí nos tenían parados, sentados, en el autobús esperando, subidos en el avión otra vez esperando.”
Con un salario de 16 dólares la hora y ganancias mensuales cercanas a los cuatro mil 800 dólares, Pedro asegura que le prometió a su esposa que regresaría.
Uno hace lo imposible y voy a ver cómo regresar,” comentó.
Su trayecto sería llegar primero con unos familiares a Querétaro y de ahí volver a su natal Hidalgo. (Excélsior)