Con más de 200 eventos por año, la ciudad se coloca como una importante plaza para la realización de espectáculos con destacada derrama económica.
Mérida, Yuc. 18 de agosto de 2014.- Con la realización de 200 eventos masivos al año, Mérida se coloca como una plaza importante para la realización de espectáculos masivos de paga, lo que se refleja en importante derrama económica.
La capital yucateca ya es considerada como un punto obligado en el Sureste mexicano para los empresarios que quieren realizar eventos de este tipo.
Los espectáculos son un fenómeno que van de la mano con el crecimiento de la ciudad. Un claro ejemplo es que hace 15 años, Mérida no tenía ni la frecuencia, ni la calidad de los espectáculos que hay hoy en día. La oferta y calidad de los eventos ha ido en ascenso.
La calidad de algunos eventos propicia que habitantes de los otros estados de la Península lleguen a Yucatán para presenciarlos, lo que ha generado una nueva variante de turismo.
Roberto Acevedo Acosta, jefe de Departamento Municipal de Espectáculos, informó que se presenta mensualmente en la ciudad un importante número de programas deportivos, culturales, conciertos y bailes populares.
—En la ciudad se presentan unos 200 eventos al año, de los cuales 30 pueden considerarse de carácter importante —manifestó—. Si analizamos que son 365 días al año, tenemos que en promedio se presenta un evento cada tres días.
Explicó que el Departamento de Espectáculos del Ayuntamiento de Mérida tiene dos clasificaciones para los eventos: masivos (más de 500 personas) y no masivos (menos de 500 personas).
Dentro del concepto de eventos masivos, hay una gama de espectáculos en el que se incluyen las fiestas tradicionales que se realizan en las comisarías y los de corte de popular que se llevan al cabo en barrios y colonias, indicó Roberto Acevedo.
—Masivos, como bailes populares en colonias y comisarías se presentan en promedio de tres a cinco eventos a la semana —dijo—. Aparte están los que presentan artistas de talla nacional o internacional, quienes utilizan distintos escenarios con capacidad para gran número de espectadores.
Dentro de esta clasificación también se encuentran los espectáculos taurinos y las temporadas de fútbol y béisbol, que anualmente realizan 72 eventos —agregó.
En cuanto a los eventos de menos de 500 personas, considerados como “no masivos”, el promedio es de 40 al año y son organizados por asociaciones civiles, iglesias o para recaudar fondos, al que se dan cita alrededor de 200 asistentes, en promedio.
Con el paso del tiempo, Mérida ha necesitado de foros especializados para la realización de grandes espectáculos de primer nivel, dijo Acevero Acosta. Es por ello que la ciudad cuenta con espacios abiertos y cerrados con aforos de 5,000 hasta 25,000 mil personas.
—Para 25,000 personas solamente existe el Jardín Carta Clara, ubicado al oriente de la ciudad; para 10 mil están los estadios “Carlos Iturralde” y Kukulcán, el Coliseo —el de más reciente apertura— y el Siglo XXI. Son los escenarios más importantes. De este universo, dos son privados: el Coliseo y Carta Clara; los demás son espacios públicos —expresó.
Explicó que los empresarios que ofrecen espectáculos necesitan cumplir con la parte regulatoria de documentos y medidas, ante la Dirección de Finanzas y Tesorería y Protección Civil.
—Entre los documentos que se tiene que presentar ante está oficina están los contratos de los artistas, pago de impuestos y boletaje, entre otras cosas, todo esto es para que los espectadores tengan la certeza de que lo que se está ofreciendo, se cumplirá —indicó Acevedo Acosta añadió que de no contar con la documentación respectiva, el empresario se puede hacer acreedor a una sanción que va de 25 a mil salarios mínimos.
La importancia del Departamento de Espectáculos radica en que tiene por objeto regular la presentación de espectáculos, diversiones públicas y todos aquellos actos que se organicen para que el público participe activa o pasivamente, mediante el pago de una cuota o en forma gratuita, así como todas las actividades deportivas, culturales y de esparcimiento, ya sea que se realicen en espacios abiertos o cerrados de manera eventual, temporal o permanente.