En lo que va del año han nacido 102 ejemplares de diferentes especies en los zoológicos de “El Centenario” y “Bicentenario Animaya”.
Mérida, Yuc. 13 de diciembre de 2014.– Los zoológicos de “El Centenario” y “Bicentenario Animaya” se han caracterizado por ser unos de los más activos en nacimientos en cautiverio y crianza artificial, ya que de enero a noviembre del año en curso, la población ha aumentado por esa vía en 102 ejemplares en ambos centros de esparcimiento.
De los nuevos “inquilinos” del año 2014, en “El Centenario” se han reportado 40 nacimientos entre las cuales se enlistan 16 especies diferentes siendo las más representativas el ocelote, tigre de bengala, guacamaya verde, guacamaya roja, hipopótamo del Nilo, mono capuchino copetón y loro guayabero.
En el parque “Animaya” se han dado 62 nacimientos. Son también 16 las especies que se han logrado reproducir: borrego de berberia, guanaco, mono araña, antílope de cuello negro, borrego muflón europeo, gaur, venado cola blanca, gamo blanco, ciervo rojo, venado temazate, agutí, antílope ñu, emú, mono ardilla, loro cuchá y tortuga jicotea.
Estas son algunas de las muchas especies que se han logrado reproducir exitosamente y que han permitido repoblar los zoológicos municipales. Son producto de los cuidados y la buena alimentación que se está dando a los animales.
Para lograr que haya reproducción de las diferentes especies se toman medidas y cuidados en el transcurso del año, dentro de estos cuidados esta: suministro de alimentos de óptima calidad, así como aquellos diseñados específicamente para animales silvestres que permiten suplir los requerimientos nutricionales de cada especie; desparasitación, y suministro de vitaminas y minerales específicas para cada especie, a parte de su alimentación diaria.
Se realizan mejoras y mantenimiento permanentes a sus hábitats que incluyen sus exhibidores y áreas de descanso. Se hacen trabajos de enriqueciendo ambiental que consiste en la aplicación de estímulos que permiten disminuir el estrés causado por el cautiverio y la exhibición.
Además de vigilar la salud de los animales y que tengan una adecuada alimentación es importante conocer la biología de las especies, formar parejas o grupos reproductores y sobre todo, satisfacer las necesidades que tienen para poder reproducirse, como la construcción de nidos para algunas aves o brindarles el sustrato para que ellas lo construyan, proporcionar troncos viejos que sirvan de madrigueras para parir, como en el caso de los agutíes y reducir los niveles de estrés, entre otros cuidados.
Por ejemplo, para los venados se evita la poda de la vegetación en la temporada de nacimientos, ya que las hembras en vida libre dejan las crías escondidas entre las hierbas para evitar que sean depredadas por algún carnívoro.
Posteriormente los nuevos “huéspedes” reciben sólo vigilancia a distancia, evitando en la medida de lo posible la intervención del ser humano, esto con el fin de no estresar a la hembra y que ésta deprede o abandone a las crías. Únicamente en casos extremos, si la cría está delicada de salud, corre peligro o es rechazada por la madre, es atendida por personal de los parques y se le brinda lactancia artificial.
La temporada de nacimientos depende de la especies, ya que hay estacionales, como los venados cola blanca o el ciervo rojo, cuyo período de nacimientos comprende de junio a agosto. También hay especies que no tienen estacionalidad marcada, como los monos araña, que paren cada dos años y medio, en promedio, por mencionar algunos.
Aunque en términos generales las estaciones en que más nacimientos ocurren son primavera y verano, cuando hay más abundancia de comida para los animales en vida libre.
Es así que los zoológicos municipales invitan a la ciudadanía en general para que asistan al a conocer a los nuevos pequeños.