Ya son tres de los 12 balseros rescatados que obtuvieron ese recurso legal, para evitar que autoridades migratorias los deporten a Cuba
Mérida, Yucatán, 03 de agosto del 2016.- De los 12 cubanos rescatados hace unos días en una balsa frente a la costa de Yucatán, tres han podido obtener amparos ante jueces federales para evitar que autoridades migratorias mexicanas los deporten a la isla.
Como hemos informado en Desde el Balcón, uno de estos antillanos, de nombre Guillermo Ramírez Mendoza, recibe asesoría legal directa y fue amparado por el ex delegado del Instituto Nacional de Migración (INM), Hernán Vega Burgos, quien como se recordará, hace unos años estuvo envuelto en un escándalo al ser relacionado con una red de trata de personas, situación que le costó que sea cesado del cargo.
Los otros dos cubanos que consiguieron amparos son Jorge Yunier Esquivel Soca y Lisandra Castro Desdin, a quienes se les tramitó ese recurso legal desde la Ciudad de México, a pesar de que continúan retenidos en la Estación Migratoria de Mérida. Su abogado responde al nombre de Eduardo Matías López.
Autoridades de Migración indicaron que es la primera vez que balseros rescatados en Yucatán recurran a amparos de jueces federales para evitar su deportación.
Además, llama la atención que ese grupo de 12 extranjeros rescatados por elementos de la Marina Armada de México el pasado 22 de julio, no presentaban quemaduras en la piel ni estaban deshidratados, a pesar de que argumentaron que naufragaron durante 16 días.
Lo mismo ocurrió con los otros siete cubanos que fueron localizados frente al Arrecife Alacranes el pasado 19 de julio, quienes estaban perfectamente de salud, a pesar de que, según ellos, estuvieron a la deriva casi 20 días.
En el pasado, los cubanos que eran rescatados frente a la costa yucateca, presentaban fuertes síntomas de deshidratación, situación que no ha ocurrido con los rescatados recientemente.
Estos hechos sospechosos, más el caso de los ocho antillanos rescatados de una casa de seguridad hace unos meses por elementos policíacos en Tizimín, aumentaron las suspicacias de que una red de trata de personas podría operar en el Estado.
Otro factor que llama la atención es que los cubanos que viajan en las balsas hechizas ya usan sistemas de GPS a través de teléfonos celulares, y que su intención no es llegar directamente a Miami, Estados Unidos, sino a Isla Mujeres, Quintana Roo o a Yucatán, para evitar ser detenidos por autoridades norteamericanas en el mar.(Herbeth Escalante)