El huracán, que se elevó a la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, se encontraba en las Antillas Menores
POINTE-À-PITRE, 19 de septiembre de 2017.– El huracán María se fortalecía velozmente ayer en su camino hacia las islas del este del Caribe, amenazando una región que este mes fue devastada por el ciclón Irma.
El huracán María pasó a categoría 5, la máxima en la escala de intensidad Saffir-Simpson, con vientos máximos sostenidos 260 kilómetros por hora (km/h) en camino a Dominica, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
El huracán se encontraba a 25 kilómetros a este sureste de Dominica y a 70 kilómetros al noreste de Martinica, ambas en las Antillas Menores, según el boletín del NHC.
El investigador de huracanes de la Universidad de Miami, Brian McNoldy, dijo que una señal clave de la creciente fuerza de María es lo que los meteorólogos llaman “el temido ojo de alfiler”. El diámetro del ojo de María se ha reducido a 16 kilómetros. Un ojo más pequeño y angosto hace que el huracán gire más rápido.
McNoldy dijo que los meteorólogos observaron un centro similar en 2005, cuando el huracán Wilma impuso récord de presión central más baja, una medida clave de la potencia de una tormenta.
Martinica pasó ayer a alerta “violeta”, el máximo nivel, que conlleva el confinamiento de la población.
Las autoridades francesas ordenaron la evacuación inmediata de las zonas de riesgo de Guadalupe, otra isla francesa en la región, donde se encuentra la base de las operaciones de rescate y ayuda humanitaria para varias islas afectadas por el paso de Irma.
Residentes de algunas de las islas empezaron a salir de la región en anticipación a la tormenta.
El servicio francés de meteorología Météo France emitió una alerta roja para Martinica. A las empresas y negocios se les ordenó cerrar, los servicios de transporte fueron suspendidos y a los residentes se les pidió refugiarse en sus casas.
El patrón de trayectoria del CNH, con sede en Miami, situaba a María hasta ayer por la noche sobre las Islas de Sotavento para luego desplazarse hoy por el nordeste del Caribe y aproximarse a Puerto Rico y mañana en las Islas Vírgenes estadunidenses.
Este organismo emitió advertencias de huracán para las islas de Dominica, San Cristóbal y Nieves, Montserrat, Martinica, Puerto Rico (particularmente en sus islas Vieques y Culebra) y las Islas Vírgenes estadunidenses y británicas.
También emitió avisos de huracán para Saba, San Eustaquio, San Martín, San Bartolomeo y Anguila.
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, declaró el estado de emergencia en la isla ante la llegada de María y posteriormente anunció en Twitter que el presidente firmó la declaración de emergencia ante el paso del huracán.
El presidente dominicano, Danilo Medina, canceló su discurso ante la Asamblea General de la ONU a fin de regresar a su país y coordinar los preparativos ante el impacto.
En tanto, el primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, pidió a la población que vive en áreas vulnerables para que acuda a los refugios o vaya a zonas más seguras antes de que el María toque tierra.
Otro huracán, José, también está activo en el Atlántico y ha desencadenado alertas de tormenta tropical para el noreste de Estados Unidos.
Irma dejó alrededor de 40 personas muertas en el Caribe antes de golpear Florida, donde murieron al menos 50 personas, según conteos oficiales aún preliminares.
Varios de los países afectados por Irma pidieron ayer ayuda humanitaria y financiera de la comunidad internacional en la sede de la ONU.
Se estima que tan sólo la reconstrucción de la isla de Barbuda, “terriblemente destruida”, costará alrededor de 300 millones de dólares, aseguró el gobernador general de Antigua y Barbuda, Rodney Williams.
CALENTAMIENTO GLOBAL LES DA FUERZA
El premio Nobel de química, el mexicano Mario Molina, aseguró al diario español El País que el cambio climático no ocasiona eventos extremos como Harvey o Irma, pero sí aumenta su intensidad.
Los huracanes tienen que ver con la temperatura del mar. Y esa temperatura, ha subido como consecuencia del cambio climático”, destacó.
Detalló que Harvey e Irma quizá también habrían sucedido sin cambio climático, pero su virulencia habría sido incomparablemente más baja: eso está muy bien proyectado en la literatura científica. Es absurdo oír que no tenemos suficientes datos para saber si influye o no. Hay una gran probabilidad de que ocurran fenómenos cada vez más virulentos”.
El químico mexicano expuso su preocupación ante la nueva política del presidente de EU, Donald Trump. “Lo que es alarmante es la negación del cambio climático y, un paso más allá, la negación de la enorme contribución de la ciencia para el beneficio de la sociedad. El único consuelo es que muchos Estados, ciudades y empresas se han puesto de acuerdo al margen de lo que dice Trump”.
También argumentó que la comunidad científica realizó un mal trabajo en comunicarle la seriedad del problema a la sociedad, ya que el problema es que se habla de proyecciones futuras y no del presente.
Al ser cuestionado sobre el costo económico que implica tomar medidas para luchar contra el cambio climático, Molina dijo que los cálculos actuales apuntan a una cifra incluso más baja a la que se estima. “Y, aunque el coste fuera de ese 2% (del PIB), sería mucho menor que el coste de los impactos económicos del cambio climático. No atajarlo es altamente irresponsable: estamos dejando para generaciones futuras un medioambiente de una calidad inferior al que disfrutamos nosotros”.
Si sigue aumentando la temperatura, crecerá el riesgo de que sucedan desastres realmente inaceptables: que haya partes del planeta en las que no sobreviva la gente en verano, lo que llevaría a grandes migraciones”, destacó.