El 30 por ciento de ese tipo de vegetación ha sido afectado por construcción de viviendas
Mérida, Yucatán, 25 de mayo de 2017.– El titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), Eduardo Batllori Sampedro dijo que la zona de manglares del municipio de Progreso está afectada en un 30 por ciento por asentamientos humanos irregulares, y agregó que éste es uno de los municipios costeros más afectados por tal actividad.
Batllori Sampedro explicó que la costa yucateca “es un receptor de migrantes” a partir de la crisis henequenera, ya que los campesinos se mudaron a estos sitios buscando nuevas fuentes de vida.
Asimismo, señaló que existen personas de Campeche y Chiapas que están migrando a la costa yucateca para insertarse en diferentes actividades económicas.
De igual manera, el funcionario comentó que el crecimiento de la población en la costa de Yucatán ha sido lento, y señaló que estas áreas están ocupadas por terrenos privados o por los puertos de abrigo.
En ese sentido, Batllori Sampedro dijo que los municipios costeros no tienen reservas territoriales, por tal motivo, muchos de los migrantes empiezan a ocupar zonas de manglar.
Indicó que en ocasiones las personas ocupan terrenos, mismos que son propiedad federal –pegados a la ciénaga- para construir sus viviendas. El caso más notorio de este tipo de asentamientos es el que se registra en el municipio en Progreso, Chicxulub, Sisal y Celestún –en las charcas salineras-.
“Estamos preparando una reunión con Profepa, Semarnat, Ivey entre otras dependencias para realizar un programa que permita una reubicación de estas personas –que tienen sus asentamientos de manera irregular-”, señaló el titular de Seduma.
Indicó que han detectado una persona que está vendiendo terrenos en zonas federales, y tras estos engaños los compradores talan el mangle.
Dijo que las personas que están comprando terrenos en zonas de mangle lo hacen de “buena fe” y que los que venden estos lugares de manera irregular no entregan recibos por la compra y “es un problema” para entregarlos a los responsables las autoridades correspondientes ya que no hay pruebas en su contra.
Explicó que el impacto ambiental al talar el mangle afecta los servicios ambientales que esta especie provee, tales como dar áreas de refugio, crianza y reproducción a la fauna local y migratoria, así como servir de filtros naturales de las masas de agua.
Dijo que las condiciones de vida de los habitantes de estos asentamientos irregulares en la costa se va deteriorando, debido a que la mayoría de los terrenos que ocupan para sus viviendas no son limpios y que se registra fecalismo al aire libre en estas zonas.
Reiteró que el caso de Progreso, la afectación del mangle es de aproximadamente del 30 por ciento por los asentamientos irregulares en estas zonas pegadas a la ciénaga, y que el puerto de Progreso puede ser el más afectado por esta actividad.
Por último, dijo que están contemplando reubicaciones para estas personas que ocupan los terrenos con mangle de forma irregular. (Guillermo Castillo)