El Presidente francés cuestionó a su par ruso sobre las armas químicas en Siria y la injerencia de Moscú en los comicios galos
París, Fran., 30 de mayo de 2017.- Después de que la canciller alemana, Angela Merkel, alzara la voz para pedir que Europa tome su destino “en sus propias manos” frente a una alianza occidental dividida, el presidente francés, Emmanuel Macron, quiso marcar terreno en su primera reunión con el líder ruso, Vladimir Putin, en la que abordó numerosos puntos de fricción entre ambos países.
Putin admitió diferencias de opinión durante la conversación, que versó, entre otros temas, sobre los conflictos de Siria y Ucrania. Insistió, sin embargo, en que las relaciones franco-rusas resisten a “todos los puntos de fricción” y se comprometieron a mejorarlas.
Durante un encuentro en el palacio de Versalles, el mandatario galo dijo que “discrepamos en un número de cuestiones, pero al menos hablamos de ellas” y calificó el encuentro de “extremadamente franco”.
Macron fijó desde el primer momento una línea roja sobre Siria en relación con el uso de armas químicas por cualquiera de los involucrados, enfatizando que, si ello sucede, “sería objeto de represalias y de una respuesta inmediata por parte de Francia”.
El recientemente elegido Presidente francés expresó su deseo de reforzar la cooperación con Rusia en Siria, uno de los puntos de fricción en las relaciones entre los países occidentales y Moscú, que respalda al régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad.
Macron se pronunció así en favor de “una transición democrática” que preserve al Estado sirio, asegurando que los “Estados fallidos” en Oriente Medio siempre han incrementado el riesgo de ataques extremistas en Occidente.
Putin se limitó a insistir en que su interés es que ambos países cooperen contra el terrorismo en Siria y repitió que Macron conoce bien que la postura rusa es que no se puede luchar contra la amenaza yihadista destruyendo el Estado.
En Versalles, la tensión creció cuando los periodistas cuestionaron a ambos líderes sobre la visita de la candidata ultraderechista, Marine Le Pen, a Moscú en plena campaña electoral.
Putin defendió la reunión que mantuvo con Le Pen y admitió que las ideas de ésta sobre la identidad europea “no están desprovistas de fundamento”.
“Si Le Pen nos pidió ser recibida, por qué no íbamos a hacerlo, tanto más cuando ella misma siempre ha trabajado por las relaciones entre nuestros países. Eso no quiere decir que hayamos intentado influir en el resultado de las elecciones”, argumentó.
Pero la temperatura en el fastuoso palacio versallesco alcanzó el máximo a preguntas de una periodista rusa sobre el veto que Macron impuso en su campaña electoral a dos medios oficialistas rusos.
“Russia Today (RT) y Sputnik difundieron falsedades sobre mi persona y mi campaña. Así que consideré que no debían tener acceso a mi cuartel general. Es grave que medios extranjeros hayan interferido difundiendo falsedades. Esos dos no se comportaron como órganos de prensa, sino de propaganda mentirosa”, atacó Macron.
Al respecto de Ucrania, Macron abogó por una disminución de la violencia, para lo que se convocará un nuevo encuentro en el llamado formato Normandía (que agrupa a Rusia, Alemania, Ucrania y Francia) próximamente en el que se presente un informe detallado de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
De forma progresiva, el Presidente francés abordar temas sensibles para el ruso, como la situación de los homosexuales en Chechenia, sobre la que dijo será “extremadamente vigilante”.
En una jornada plagada de símbolos, no pareció coincidencia que, en paralelo a la visita de Putin, llegara a suelo francés el primer refugiado chechén homosexual, según informó la emisora pública “France Info”.