Aseguran que no existen evidencias científicas de que provoquen daños a la salud. Habría que evaluar su uso en Yucatán
Mérida, Yucatán, 13 de enero de 2017.- Tras el conflicto entre el gobierno de Yucatán y la Presidencia de la República, el director del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), Lorenzo Felipe Sánchez Teyer, declaró que los productos transgénicos “no son malos”, y que no existen evidencias científicas contundentes de que provoquen daños a la salud.
Señaló que desde el punto de vista científico, los transgénicos son una herramienta que permite que especies que normalmente no pueden subsistir en ambientes específicos o tienen bajo rendimiento, se usen de manera adecuada para generar bienes a la sociedad.
Por tal razón, luego que el gobierno estatal publicó un decreto para que Yucatán sea zona libre de cultivos transgénicos –medida que la Presidencia impugnó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)-, el investigador opinó que se requiere más evaluación sobre las ventajas o sobre los efectos de ese tipo de productos.
“Los transgénicos son una opción, cada caso hay que evaluarlo de manera muy puntual, porque no hay evidencias científicas contundentes de que provoquen daños a la salud. Lo que sí podría traer riesgos es a las mezclas, por ejemplo, del maíz, porque en el estado somos centro y origen de diversidad de esa especie… es importante analizar profundamente si traer transgénicos podría provocar efectos en temas evolutivos o de resguardo del germoplasma ancestral”, explicó.
Eso sí, Sánchez Teyer enfatizó sobre la importancia de los organismos genéticamente modificados, pues recordó que muchos de los fármacos que consumimos son transgénicos, así como la gran mayoría del maíz que importamos o el algodón que usamos
Reconoció que la controversia gira en torno a los daños ambientales que provocaría el uso excesivo de los agroquímicos que se requieren para esos cultivos, pero, señaló, “depende de cada producto, porque todos son diferentes”.
En el caso de Yucatán, aclaró, el impacto directo de los transgénicos se relaciona con la posible contaminación de la miel, lo que provocaría el cierre de fronteras de la exportación a Europa.
En ese sentido, recalcó que a nivel nacional existe una legislación sobre los organismos genéticamente modificados, la Ley de Bioseguridad, desde donde se evalúa caso por caso, “por lo que sería difícil hacer una declaración para todos los transgénicos, cada uno es diferente, se reproducen en condiciones distintas, pienso que se requiere más evaluación al respecto”.
A pregunta expresa, el presidente del CICY declaró que desde el punto de vista científico, los transgénicos no son malos ni provocan daños a la salud, pero que tiene que ser responsabilidad de quién usa los productos agroquímicos evitar posibles afectaciones ambientales. (Herbeth Escalante; Foto de Cuauhtémoc Moreno)