Las cuentas de las empresas de sus propietarios fueron bloqueadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores
Ciudad de México, Mex., 7 de marzo de 2017.- La participación de los equipos Leones de Yucatán y Vaqueros de Unión Laguna en la temporada 2017 de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) está en riesgo, pues las cuentas de las empresas de sus propietarios, los hermanos Arellano Hernández, fueron bloqueadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
A petición de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la CNBV congeló las cuentas de las empresas de Juan José y Erick Arellano Hernández. El primer bloqueo de cuentas ocurrió en 2015 y el segundo en 2016.
La UIF, instancia encargada de prevenir y combatir los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y de financiamiento al terrorismo, intervino las empresas de los Arellano para realizar una investigación por lavado de dinero.
La revista Proceso tuvo acceso a un documento que recibió la UIF. Su titular, Alberto Bazbaz Sacal, contrató a un despacho internacional de auditores para que revisara el manejo y operación de las empresas que conforman Grupo ArHe de los Arellano Hernández, la mayoría de las cuales están en Mazatlán, de donde son originarios.
A grandes rasgos, el documento refiere que hasta ahora no hay ninguna evidencia de que los recursos son de procedencia ilícita.
Sin embargo, las cuentas no han sido descongeladas y los Arellano Hernández enfrentan problemas de liquidez. Ante este hecho, ninguno de sus patrocinadores puede entregarles recursos y están teniendo dificultades para realizar la pretemporada de ambos equipos.
La temporada 2017 está programada para arrancar el próximo 31 de marzo.
El abogado que está asistiendo a los hermanos Arellano Hernández es el penalista Juan Velásquez, quien ha defendido a políticos como Carlos y Raúl Salinas de Gortari.
Los hermanos Juan José y Erick Arellano compraron en 2014 Leones de Yucatán.
En abril de 2015, aseguraron que adquirieron el club debido a su gusto por el beisbol. “No es negocio”, dijeron, porque los gastos de operación son muy elevados.
A finales del año pasado, los Arellano Hernández compraron la mayoría de las acciones del club Vaqueros Laguna que pertenecía a Martín Bringas. (Con información de Proceso)