Una vez que Reino Unido haya abandonado la Unión Europea, el bloque le exigirá el pago de varios miles de millones de euros correspondientes a obligaciones financieras
Bruselas, Bel., 8 de febrero de 2017.- La Unión Europea (UE) exigirá a Reino Unido, una vez que haya abandonado el bloque comunitario, el pago de varios miles de millones de euros correspondientes a obligaciones financieras contraídas en el pasado con la UE, afirmó ayer en Bruselas el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas.
El portavoz del Ejecutivo europeo no mencionó la cantidad que Londres debe pagar a la UE. Los expertos calculan que se trata de una suma que puede alcanzar los 60 mil millones de euros.
Se trata de obligaciones presupuestales asumidas en parte por Reino Unido que deberían ser liquidadas después de que Londres haya abandonado la UE, previsiblemente en 2019, aseguró en un estudio el laboratorio de ideas Centre for European Reform.
Otras partidas importantes son los gastos de jubilación para funcionarios de la UE y compromisos asumidos en el pasado por Reino Unido como su participación en el programa de rescate para Irlanda.
Schinas dijo que para la UE se trata de un asunto importante con vistas a las próximas negociaciones sobre la salida de Reino Unido de la UE, el Brexit. El portavoz explicó que si Londres se negara a pagar, los demás 27 países miembros de la UE se verían obligados a asumir la factura.
Schinas comparó la situación con alguien que visita un pub con 27 amigos y pide una ronda de cervezas: “Aunque decidas irte mientras la gente todavía está celebrando, estás obligado a pagar la ronda que has pedido”.
Las negociaciones sobre el Brexit, que se prolongarán durante dos años, comenzarán cuando la primera ministra británica, Theresa May, presente a finales de marzo en Bruselas la solicitud oficial de salida de Reino Unido.
Mientras tanto, el Parlamento británico podrá votar un acuerdo con la UE sobre la salida de Reino Unido antes de que el documento sea sometido a la consideración del Parlamento Europeo, anunció el ministro responsable del Brexit, David Jones, en la Cámara de los Comunes en Londres.
Los diputados de oposición esperan que el derecho de votación les permita influir en la estrategia diseñada por el gobierno británico para sacar a Reino Unido de la UE. Sin embargo, el gobierno de la primera ministra Theresa May anunció que en caso de que el Parlamento británico rechace el acuerdo, no habrá nuevas negociaciones con la UE.
En Edimburgo, el Parlamento de Escocia rechazó ayer por 90 votos contra 34 el proyecto de ley británico en respuesta a la exclusión del órgano legislativo regional del debate en el Parlamento en Londres.
Sin embargo, la votación en el Parlamento escocés no afectará legalmente la tramitación del proyecto de ley, sino que sólo se escenificó para mostrar la oposición escocesa a la estrategia de la primera ministra británica.
Los miembros de la Cámara de los Comunes están discutiendo sobre un proyecto de ley que otorgaría a May plenos poderes para poner en marcha las negocaciones con la UE sobre la salida de Reino Unido.