El actor de filmes como Capote y The Master, quien murió ayer en NY, luchaba contra su adicción a las drogas.
México, 03 de febrero de 2014.- Sandy Lyle, un actor fracasado que vivía de su antigua gloria de estrella de televisión, convencía a Reubben Feffer (Ben Stiller) de que unas nalgadas harían que su relación con Polly (Jennifer Aniston) se hiciera más sensual.
“Lo más interesante de Philip Seymour Hoffman era que tuvimos la oportunidad de verlo en diferentes películas de distintos géneros e intenciones. No importa cuál fuera, Hoffman la llevaba al siguiente nivel”, expresó Arturo Aguilar, crítico de cine.
Magnolia, La Duda, La familia Savages y recientemente Los juegos del hambre pondrían al neoyorkino en la memoria del público, tras haber fallecido ayer a los 46 años presuntamente a causa de una sobredosis de heroina.
El actor que diera vida al periodista Truman Capote, y por el que conseguría el premio Oscar a Mejor Actor, fue encontrado sin vida junto a una aguja hipodérmica y dos sobres de papel cristal que contienen lo que se cree que es heroína.
Seymour, también director teatral, había salido de rehabilitación un par de meses antes, por una recaída.
Hoffman era reconocido en el mundo artístico por su calidad actoral. “Era un secundario muy fuerte, además de que no era el típico prototipo de actor hollywoodense”, consideró Aguilar.
El último papel estrenado por el histrión fue el de Plutarch Heavensbee en la saga Juegos del Hambre.
En un comunicado la casa productora Lionsgate informó que el actor había casi terminado sus escenas y que su desceso no retrasará el estreno de la última entrega de la saga. “La cinta tiene el presupuesto para poder lidiar ante una crisis así, podrán resolver con lo último de los efectos especiales”, pronosticó Aguilar. (El Universal)