Realizan mesa de análisis sobre el fundador de la revista Proceso.
Mérida, Yuc. 09 de marzo, 2015.- El reportero en esencia pura, que asumió cualquier riesgo, incluso descender al infierno, así definieron a Julio Scherer García, quien, además, transformó el periodismo en México a través de su obsesiva búsqueda para transmitir aquella información que pocos se arriesgaban a obtener.
Bajo el título “Mesa de análisis de la obra de Julio Scherer”, realizada anoche en el marco de la Feria Internacional del Libro Yucatán 2015 (FILEY), se dieron cita Elena Poniatowska, Eduardo del Río “Rius”, Javier Aranda Luna y el director de Proceso, Rafael Rodríguez Castañeda, a fin de intercambiar sus puntos de vista acerca del legado del periodista.
En el evento, que tuvo lugar en la Sala “Juan García Ponce” del Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, Rodríguez Castañedo
Reveló detalles sobre dos de las entrevistas más arriesgadas que realizó el homenajeado: la primera a “El Mayo” Zambada, ocurrida probablemente en la Sierra Madre, en las inmediaciones de Sinaloa, dijo; y la otra al Subcomandante Marcos en la ciudad de México.
A partir de esas experiencias, comentó el expositor, el mismo Scherer afirmó que entrevistaría al mismo diablo. “Ocasionó más de una revuelta en el periodismo mexicano de esos años”, apuntó.
Una de ellas, añadió, fue la publicación de la foto con Zambada en la primera plana del semanario que dirige, a petición de él mismo, pese a la negativa de Scherer, pues había prometido no revelar nada de aquella entrevista.
En la experiencia de Elena Poniatowska, fue un viajero mexicano que recorrió Sudáfrica, Bangladesh, China, Francia; pero que siempre amó a México. En ese sentido, la autora de “La noche de Tlatelolco” dijo que Scherer García lamentó no haber entrevistado a Nelson Mandela y se entusiasmó con el encuentro que sostuvo con Fildel Castro, en Cuba.
Era un periodista temerario, “curado de espanto”, dedicado a su profesión de tiempo completo durante más de medio siglo, que dialogó de frente con personajes contrastantes entre sí como Ernesto “Ché” Guevara, a Augusto Pinochet y Pablo Picasso.
Por su parte, Rius recordó su paso por las páginas de Proceso como caricaturista; mientras que Aranda Luna destacó que fue un excelente editor, cronista, promotor de la cultura y de la literatura mexicana durante los últimos 50 años.
En su larga trayectoria, Julio Scherer aceptó pocos premios, dos de éstos internacionales: el “María Moors Cabot”, de la Universidad de Columbia en 1971; y el del Periodista del Año, otorgado por el Atlas Word Press Review, en 1977.
Entre los galardones nacionales se cuenta el premio “Manuel Buendía”, en 1986; y posteriormente aceptó el Premio Nacional de Periodismo, luego de rechazarlo dos años consecutivos. En el 2002 recibió de nueva cuenta el mismo. A lo largo del año pasado tuvo varios reconocimientos hasta antes de su muerte, el 7 de enero del 2015.