Su captura, así como la ganadería, han dejado al también conocido como “chop” sin su hábitat.
Mérida, Yuc. 11 de julio de 2015.– Su fama para curar el asma, el avance de la población humana y el deterioro del medio ambiente pone en riesgo a un colorido habitante del Estado: el chop o iguana de Yucatán.
De acuerdo con el biólogo Javier Ortiz Medina, de la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) «Tsaab Kaan», el chop es un reptil endémico y se encuentra en riesgo de desaparición.
La creencia, heredada de los mayas, de que cura el asma, entre otras enfermedades, hace que la gente lo capture para comer, explica el joven especialista.
Además, conforme la sociedad va ocupando más espacio, por ejemplo, con el avance de la ganadería, el chop se queda sin hábitat, lo que contribuye a ponerlo más en riesgo.
Incluso, añade, con las quemas de los montes, la iguana de Yucatán va perdiendo terreno. Algunos mueren, cuando por ejemplo, las personas salen a leñar y en un descuido, les dan con el machete o la coa, comenta el experto.
En ese sentido, la UMA «Tsaab Kaan», que se encuentra en el municipio de Baca, hace un importante papel a favor de estos animalitos al fomentar su reproducción en cautiverio con el objetivo posterior de liberarlos.
El chop es una iguana que se distingue por tener una cola espinosa, vivamente coloreada, negro, azul, rojo y gris. Aunque come insectos, se alimenta de hojas, flores, frutas y semillas. Su nombre científico es Ctenosaura defensor.