Jorge Gutiérrez dirige la cinta producida por Guillermo del Toro y la 20th Century Fox, inspirada en la celebración del Día de Muertos. Trabajar con el tapatío, dice, lo ha hecho mejor cineasta.
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de abril de 2014.– El realizdor Guillermo del Toro se convirtió en el Ángel de la Muerte —como su personaje de El laberinto del fauno— del realizador mexicano Jorge Gutiérrez, a quien apadrinó en el largometraje animado El libro de la vida, que el estudio 20th Century Fox co produce y lanzará comercialmente en octubre próximo.
La cinta cuyas voces en inglés estarán a cargo de Diego Luna, Channing Tatum, Zoe Saldana, Ana de la Reguera, Kate del Castillo y Eugenio Derbez, está situada durante la celebración de Día de Muertos e incluye una pléyade de personajes, locaciones e influencias mexicanas, como los grabados de José Guadalupe Posada, los pintores Frida Kahlo y Diego Rivera, la ciudad de Pátzcuaro, la actriz María Felix, la cinta Macario y hasta el Chupacabras.
En la banda sonora, que está siendo supervisada por Gustavo Santaolalla, se incluirán canciones de Radiohead (Creep, en versión mariachi), Mumford & Sons y Café Tacvba, mientras que el tenor Plácido Domingo prestará su voz a uno de los personajes.
“A Guillermo del Toro le encantó la idea y se convirtió en productor, con quien siento que estoy haciendo una súper maestría, en la cual soy el único estudiante y él es un maestro muy duro”, compartió Gutiérrez, quien previamente había creado (junto con Sandra Equihua) y dirigido la serie animada El Tigre: The Adventures of Manny Rivera, que se transmitió por Nickelodeon en 2008.
Fue precisamente ese serial el que le abrió al director las puertas con Guillermo del Toro, luego de una junta en su casa de Los Ángeles, donde Jorge presentó el proyetco temblando de nervios.
“La presentación fue un desastre por mi culpa, pero él (Del Toro) dijo: ‘esperen, aquí hay algo muy bonito’. Me contó que tenía dos hijas y que veía El Tigre… en las mañanas con ellas, dijo que sabía perfectamente quién era, que conocía mi estilo y sentido del humor, y que estaba dispuesto a entrar como productor a El libro de la vida.”
Luego de explotarle el cerebro, Jorge comenzó una relación laboral con el tapatío, considerado un cineasta de culto gracias a películas como Cronos, El laberinto del fauno y Pacific Rim.
“Empezamos a trabajar desde el guión, hasta los diseños. Hay cosas en las que no estoy de acuerdo con él, nos peleamos, pero ha sido por el bien de la película e incluso ha habido momentos en los que me dice: ‘bueno, tú eres el director, si quieres arruinar la película con esa decisión, ¡arruínala!’.
“Ha sido una relación muy buena y gracias a Guillermo estoy aquí con esta película.”
Y es que pocos tienen la fortuna de convertirse en alumnos de uno de los hombres más admirados del mundo del cine, cuyo talento, trabajo, fama e influencia, lo han colocado en una posición privilegiada en la industria.
Pero no todo es miel sobre hojuelas cuando se trabaja bajo la mira de Del Toro, pues aunque masivamente se conoce el lado bonachón del tapatío, Jorge Gutiérrez afirma que no ha sido fácil tenerlo como productor.
“Es como los maestros de la escuela: no te acuerdas de los barcos, sino de los duros y de los que te formaron y te desafiaron a que fueras mejor. Y así es Guillermo conmigo.
Yo lo conocía por entrevistas y el material extra de los DVD, en los que veía una versión muy feliz de él. Pero a la hora de trabajar, además de que es un genio, me cuestiona mucho. Nunca me imaginé trabajar con él, es una relación que no sólo me está haciendo mejor cineasta, sino también mejor esposo y mejor ser humano”, definió.
Le da miedo a Hollywood
Gutiérrez, cuyo crisma y simpatía, también lo asemeja a Del Toro, recordó que fue toda una odisea convencer a los estudios (Fox & Reel FX) para que invirtieran alrededor de 50 millones de dólares para la producción de la cinta, pues el tema de Día de Muertos “les daba mucho miedo”.
“Poner al México antiguo, el de la Revolución, en la pantalla grande, sí les espantaba, porque no querían que fuera un producto local para México, sino universal.
“Yo les decía que los personajes y los chistes eran súper modernos, pero que daba la casualidad que estaban en México. No me creían hasta que vieron las escenas.”
Finalmente, Jorge Gutiérrez dijo que otro de sus grandes desafíos y aprendizajes de El libro de la vida, ha sido la paciencia, pues hacer animación es uno de los procesos más lentos en el mundo del cine, al poder avanzar apenas de dos a seis segundos a la semana.
“Llevamos dos años y medio trabajando esta película. Nuestro plan siempre fue tenerla lista para octubre, nos estamos matando y por suerte me está saliendo como me la imaginaba. Espero que ustedes también la disfruten.”
En 2012, durante el CinemaCon, Disney-Pixar anunció en voz de su director John Lasseter la producción de un proyecto relacionado con el Día de Muertos, cuyo nombre intentaron fallidamente registrar como marca propia.
La fecha de estreno del largometraje estaba programada para 2015, aunque existen rumores de que después de enterarse que Fox realizaba El libro de la vida, decidieron detener su proyecto de forma indefinida. (Excélsior)