Cenotes cercanos a la ciudad de Mérida y los ubicados al norte de Yucatán podrían ser los más contaminados, señaló experto.
Mérida, Yucatán, 18 de julio del 2014.- Prácticamente en todos los municipios de Yucatán existen cenotes contaminados, y nos hemos encontrado todo tipo de basura sorprendente cuando los saneamos, pues incluso en una ocasión sacamos un refrigerador del agua, señaló el arqueólogo y espeleobuzo, Sergio Grosjean Abimerhi, reconocido por su labor ambientalista.
El investigador dijo que los cenotes localizados en áreas cercanas a las ciudades son las que tienen mayor basura, aunque aparentemente las más contaminadas son las que están en municipios del norte de Yucatán.
“No hay un estudio que nos indique dónde están los cenotes más contaminados, pero por nuestra experiencia en saneamientos, encontramos más basura en los ubicados en radios cercanos a las ciudades, como por ejemplo Mérida”, agregó en entrevista para Desde el Balcón.
Un amplio porcentaje de los contaminantes provienen de las aguas negras y lagunas de oxidación que desechan las granjas porcicolas y avícolas, las cuales permean el manto freático y llegan hasta los cenotes.
Pero también, aclaró Grosjean Abimerhi, son las propias personas y pobladores que visitan los cenotes los que tiran su basura en esas cavidades naturales, “pues hace falta concientización, la gente piensa que el agua circula y se limpia solito, que no pasa nada, que lo que arrojan no va a regresar”.
“En nuestras campañas de saneamiento (que realiza con otros colegas espeleobuzos) sacamos todo tipo de basura, cosas verdaderamente sorprendentes, como ventiladores, equipos de sonido, muebles, y en una ocasión hasta un refrigerador”, añadió.
Dijo que en muchas ocasiones limpian los cenotes, y al regresar a las pocas semanas vuelven a encontrar colillas de cigarro, platos de comida, pilas, condones y toallas femeninas.
Además, la mayoría de los cenotes cuentan con un importante porcentaje de coliformes fecales, que suelen infectar los oídos de quienes se meten a bañar en esos lugares.
Es decir, en los cenotes prevalecen tanto basura física como contaminantes no visibles.
En ese sentido, Grosjean Abimerhi declaró que hace falta una importante estrategia educativa para evitar este problema, como campañas de concientización en las escuelas donde se impartan charlas a los niños, así como pláticas informativas a los comisarios ejidales, alcaldes y pobladores que visitan los cenotes.
También, recalcó, el Gobierno del Estado debe continuar con el fomento del uso de biodigestores en las granjas porcicolas para tratar sus aguas residuales. (Herbeth Escalante)