Obtienen los primeros resultados de las investigaciones, sobre cómo se formó el anillo de picos
Mérida, Yucatán, 13 de dic. de 2016.- Los primeros resultados de las investigaciones sobre la perforación marítima realizada en el Cráter de Chicxulub este año, arrojaron que la formación de su anillo de picos se originó a través de un colapso dinámico con el impacto del asteroide hace 65.5 millones de años.
Así lo informaron en conferencia de prensa los científicos Jaime Urrutia Fucugauchi y Ligia Pérez Cruz, quienes también dieron a conocer que en abril del próximo año realizarán un mapeo en la zona noreste de la costa yucateca –cerca del limite con Campeche-, para saber dónde podrían perforar de nuevo para continuar con las investigaciones.
Sobre los avances de sus estudios, Urrutia Fucugauchi dijo que se pudo conocer los mecanismos de formación del anillo, es decir, de la cadena montañosa que tiene forma circular, a través del material de piedras que obtuvieron de la perforación, y de esta manera crearon un nuevo modelo sobre cómo surgió.
“Se comprobó que el efecto viene del centro, de la parte profunda (del anillo de picos), en donde se levantó una especie de “chipote” después de hacerse el agujero (por el asteroide), y éste subió a la superficie, empujando las rocas y provocando que se forme una especie de semicírculo”, explicó el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Urrutia Fucugauchi destacó que estos resultados surgieron “relativamente rápido”, luego de los trabajos de perforación de mil 350 metros del proyecto Expedición 364, que se llevaron a cabo frente a la costa poniente de Yucatán, ya que el Cráter de Chicxulub es el mejor conservado del que se tiene registro en la Tierra.
Por su parte, la doctora Pérez Cruz indicó que tras los 60 días de perforación –que se llevó a cabo en abril y mayo pasado-, recuperaron 840 metros de roca -que significó un peso de 6 toneladas-, las cuales llevaron a Houston para hacerles estudios de tomografías computarizadas.
Posteriormente, tras estas pruebas, llevaron los cilindros de rocas a la Universidad de Bremen, Alemania, en donde los 32 investigadores que participan en este proyecto pudieron examinar a detalle sus características.
Dijo que son rocas de basamentos cristalinos, en donde también hallaron microorganismos o biomasa, que se están estudiando en los laboratorios de ese instituto, para conocer cómo y en cuánto tiempo se pudo recuperar la vida tras el impacto del asteroide en la Tierra.
Ambos investigadores anunciaron que como parte de los trabajos de geofísica marina, en abril del próximo año realizará un mapeo a detalle del fondo marino en el noreste de la costa de Yucatán, como parte del proceso de planear otra perforación.
La intención, señaló Urrutia, es ubicar el sitio más conveniente para perforar, pero ahora en el interior del anillo de picos, para obtener más material de las rocas.
Para el mapeo se utilizará un sistema de eco-sonidos que se enviarán al suelo marino, para registrar y estimar la profundidad y características del subsuelo. Para esto, los investigadores viajarán en el barco “Justo Sierra” de la UNAM.
Eso sí, recalcó que no tienen fecha para la próxima perforación marina ni cuánto costaría, pues luego del mapeo tienen que gestionar recursos económicos para llevar a cabo esa siguiente fase de la investigación.
Al respecto, Pérez Cruz puso como punto de referencia que para que se realice la excavación de este año se empezó a planear desde el 2006, y que ésta tuvo un costo de 15 millones de dólares. “La siguiente perforación seguro será más costosa que la que hicimos en la Expedición 364, si tomamos en cuenta cómo está fluctuando el dólar frente al peso”, señaló. (Herbeth Escalante)