Advierten que esta práctica no tiene fundamento científico.
Mérida, Yucatán, a 24 de abril de 2023.- En Yucatán existen grupos religiosos que realizan las llamadas terapias de conversión sexual, no obstante que en la entidad desde 2021 esta práctica está sancionada hasta con tres años de cárcel.
«En retiros religiosos, principalmente cristianos, las terapias de conversión sexual se convierten en ‘exorcismos’, por lo cual no tienen aprobación científica porque pretenden eliminar de manera inútil la identidad de género», afirmó el sexólogo, Juan Canto González, presidente de la asociación Mexicana para la Igualdad y Bienestar «Yaxché».
Cabe señalar que la semana pasada, las comisiones de Justicia, de Salud y de Diversidad Sexual de la Cámara de Diputados aprobaron un dictamen para prohibir y sancionar las terapias de conversión sexual que afectan a la comunidad LGBTQ+.
Canto González alabó la decisión de los diputados federales al legislar en esta materia, pues estas prácticas, «además de criminalizar a la persona, son discriminatorias, crueles, inhumanas y degradantes y equivale a tortura”.
En entrevista, explicó que el término «terapias de conversión” se refiere a intervenciones que tienen por finalidad cambiar la orientación sexual de una persona o su identidad de género, y sus promotores afirman que estas terapias pueden transformar a las personas gays, lesbianas o bisexuales, incluso transexuales, en heterosexuales.
El especialista advirtió que estas terapias ven a las personas con orientación sexual diferente a la heterosexua como inferiores moral, espiritual, incluso físicamente.
Canto González recordó que en 2012, la Organización Panamericana de la Salud señaló que las “terapias de conversión” no tienen justificación médica y representan una amenaza para la salud y los derechos humanos de sus víctimas, y en 2016, la Asociación Mundial de Psiquiatría llegó a la conclusión de que “no existen pruebas científicas sólidas de que se pueda cambiar la orientación sexual.
DATO
En en país, Yucatán, Ciudad de México, Estado de México y Baja California Sur han aprobado leyes para sancionar las terapias de conversión sexual.
JORGE EUAN