Los votantes eligen a los mandatarios de 13 regiones en unos comicios que se alargarán hasta el 13 de diciembre; se espera un triunfo de la ultraderecha.
PARÍS. 06 de diciembre de 2015.- Al menos 44 millones de franceses están llamados a votar este domingo en las elecciones regionales, resguardadas bajo fuertes medidas de seguridad tras los atentados del 13 de noviembre en esta capital.
Los centros de votación abrieron a las 8:00 horas locales (9:00 GMT) en todo el país, donde patrullaban militares fuertemente armados, incluso antes de la apertura.
A casi un mes de los ataques a la capital parisina, que costaron la vida a 128 personas, las medidas de seguridad son rigurosas.
Este domingo se elegirán a mil 757 consejeros regionales y 153 consejeros territoriales (en Córcega, Guyana y Martinica) entre 21 mil 456 candidatos distribuidos en 171 listas. Se trata de la última cita electoral antes de las presidenciales de 2017, destaco la emisora RFI.
Los centros de votación estarán abiertos hasta las 18:00 horas (19:00 GMT) en la mayoría de las ciudades y en algunas hasta las 19:00 horas locales (20:00 GMT). En las grandes metrópolis cerrarán sus puertas a las 20:00 horas locales.
En tanto, a la segunda vuelta que tendrá lugar el 13 de diciembre solo podrán participar los candidatos que hayan obtenido el 10 por ciento de los sufragios, mientras que con el cinco por ciento podrán fusionarse con las que se anotaron un 10 por ciento de la votación.
AVANCE DE LA ULTRADERECHA
El Frente Nacional antiinmigración de Marine Le Pen espera alcanzar la segunda ronda del proceso electoral que arranca el domingo para consolidar los avances cosechados los últimos años, y fortalecer su legitimidad mientras se prepara para optar a la presidencia del país en 2017.
El impopular presidente socialista François Hollande ha visto como su índice de aprobación subía tras los ataques de París cuando intensificó los bombardeos contra posiciones del autoproclamado Estado Islámico en Siria e Irak y ordenó el estado de emergencia en el país.
Pero su partido que en la actualidad gobierna en casi todas las regiones francesas has visto como su apoyo electoral se redujo en los últimos años en medio del descontento generado por la situación económica.
Los votantes eligen a los mandatarios de 13 regiones rediseñadas recientemente en unos comicios que comienzan el domingo y se alargarán hasta la segunda ronda del próximo 13 de diciembre.
Le Pen aspira a gobernar la región de Nord-Pas-de-Calais-Picardie, en el norte del país, que incluye la ciudad portuaria de Calais, uno de los puntos destacados del drama migratorio en el continente.
Las encuestas sugieren que podría ganar.
Su sobrina Marion Marechal-Le Pen parece tener una posición todavía más sólida en su carrera para hacerse con el poder en Provence-Alpes-Cote d’Azur, que engloba a la Riviera francesa y a parte de los Alpes.
Una victoria de cualquiera de ellas sería algo inédito en Francia, donde su partido ha sido visto durante muchos años como un paria.
El primer ministro socialista Manuel Valls y el grupo de presión empresarial nacional, de tendencia conservadora, hicieron un llamado esta semana para frenar la marcha del Frente Nacional hacia la victoria.
Le Pen ha trabajado para deshacer la imagen de antisemita que tenía el partido bajo el mandato de su padre y cofundador, Jean-Marie Le Pen, y ha atraído a nuevos seguidores de la izquierda, la derecha tradicional y la juventud.
La llegada de cientos de miles de migrantes a Europa y la explosión del grupo radical Estado Islámico que ha reivindicado los ataques de París han reforzado el discurso del Frente Nacional.