La donación de imágenes de la década de 1930 fue hecha por el Museo Burke de Historia Natural y Cultura de la Universidad de Washington.
Mérida, Yucatán, 11 de julio de 2014.- El Museo Burke de Historia Natural y Cultura en la Universidad de Washington, Estados Unidos, donó a la Biblioteca Yucatanense un importante acervo fotográfico de las zonas arqueológicas de Chichén Itzá y Uxmal, correspondientes a la década de 1930.
La compilación, conformada por un total de 151 imágenes que serán identificadas como “Colección Dr. William Beekman”, estará resguardada en la bóveda del Fondo Audiovisual de la institución recipiendaria, adscrita a la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), por lo que podrá ser consultada por los interesados en el tema.
Las fotografías estuvieron en propiedad del doctor Beekman y fueron utilizadas por él mismo en sus conferencias educativas sobre historia y geología. La admiración por la cultura maya llevó a su propietario a coleccionar retratos que dan muestra del esplendor de Uxmal y Chichén Itzá, íconos arquitectónicos de esa antigua civilización.
A la muerte del también académico, la colección pasó a manos de su viuda, Josephine Beekman, sin embargo como no tenía herederos decidieron legarlas a la señora Lilli Jensen, amiga cercana del matrimonio. A su vez, ésta dejó todas sus posesiones a su sobrina, Laurie Ford.
Con la petición de que se encontrara un sitio adecuado para las imágenes, Laurie Ford las llevó al Museo Burke de Historia Natural y Cultura del estado de Washington. Los directivos de esa institución entraron en contacto con la Biblioteca Yucatanense y fue así como se acordó la repatriación de este valioso acervo.
El doctor Beekman nació en Massachusetts en 1867 y trabajó como químico para una compañía farmacéutica en West Medford desde finales de 1880 hasta 1900. También coleccionaba y vendía muestras de minerales.
El dueño de las fotografías escribió varios artículos para The Exchangers’ Monthly y The Mineral Collector, entre los que destaca uno de septiembre de 1906 en el que describe su gabinete de minerales e incluye un retrato del mismo. Ese año se trasladó a Cincinnati, Ohio, y en 1930 a Seattle, donde su colección fue exhibida en la Universidad de Washington, en 1931.
El acervo estaba acompañado por escritos del mismo Beekman, donde señala la magnificencia de los templos erigidos al dios Kukulcán por una civilización que tuvo su esplendor en ciudades como Chichén Itzá, Uxmal y Mayapán.
Con esta acción, el patrimonio audiovisual de Yucatán se incrementa y se resguarda en una institución que pone al alcance de la sociedad en general, el testimonio de la grandeza arquitectónica de la cultura maya.