Fiesta de colores, ritmos y cadencias baja el telón del Otoño Cultural 2015

El ballet Endedans de Cuba le pone sabor al cierre del máximo festival de artes del sureste.


Mérida, Yucatán, 12 de octubre de 2015.- Una fiesta de colores, ritmos y cadencias fue el espectáculo «Vivir, vivir» del ballet cubano de danza contemporánea Endedans, con el que se bajó el telón de la edición 2015 del Otoño Cultural después de 24 días de intensa actividad y la asistencia de miles de espectadores.

En el escenario del teatro “Armando Manzanero” de esta capital, los 12 bailarines de esta agrupación salieron la noche del domingo a entregar el alma al público yucateco, el cual les reconoció el talento derrochado y disfrutó de una parte de lo que será la presencia de la delegación de Cuba, país invitado al Festival Internacional de la Cultura Maya (FICMaya) 2015 que comienza este viernes.

Así y a lo largo de 60 minutos, los presentes se deleitaron con coreografías, cuyos simbolismos recorrieron sentimientos como el amor, la pasión, la desesperación, la tristeza y hasta la efervescencia de la felicidad, con la cadencia y ritmo del cuerpo de cada integrante de Endedans, compañía originaria de Camagüey.

Con un total de 13 piezas dancísticas, mostraron al público la calidad y el trabajo que dirigió Tania Vergara, fundadora del ballet. Uno de los momentos más atractivos de la noche fue cuando ocho bailarines ataviados con una gama de colores rojos, azules y verdes entonaron a coro el tema «Chan Chan», para después exponer por qué los cubanos son maestros en la ejecución de los ritmos caribeños.

La iluminación y la musicalización crearon una atmósfera íntima entre los artistas y el público, cuando tres de ellos, a media luz, bailaron el famoso bolero «Vete de mí» de Diego “El cigala”, para simbolizar la profunda tristeza del desamor. Para ese entonces, ya se habían robado la atención absoluta de las cientos de familias que admiraban su propuesta escénica.

Otro de los momentos significativos de la velada fue la ejecución de una pieza de flamenco a cargo de seis danzantes, que recrearon el ambiente cultural de la Madre Patria, alegoría de una faena, con movimientos impecables, bajo el ritmo inconfundible de la guitarra de Paco de Lucía.

Poco a poco, el sabor que imprime la música de América Latina fue cerrando la noche, primero con unos pasos de merengue, para luego seguir con el tema «Guantanamera», con el que los cubanos parecieron dejar más que el alma, al escuchar la melodía que es considerada como un himno.

Fiesta, alegría, baile y aplausos se combinaron para finalizar la noche. Por si fuera poco, los bailarines interactuaron con el público y juntos reventaron el escenario de ritmo y sabor, cerrando con broche de oro la última jornada de un festival que reunió a lo largo de 24 días a más de mil 200 artistas y centenares de familias que acudieron al Centro Histórico de Mérida a engalanar esta fiesta artística.