Se rumora que en las próximas horas el gobierno confirmará que los estudiantes desaparecidos fueron asesinados
México, 06 de noviembre del 2014.- Familiares de los 43 normalistas rechazaron con anticipación la versión que, según ellos, dará el gobierno en las próximas horas para confirmar que los estudiantes desaparecidos están muertos. Dijeron que esperarán los resultados del trabajo de los peritos argentinos. “Para nosotros nuestros hijos siguen vivos”, advirtieron.
Felipe de la Cruz, padre de uno de los normalistas, aseguró: “Que no se les olvide a México y al mundo, van a salir a los medios para informarles que otra vez están muertos nuestros muchachos, queremos decirles que para nosotros hasta que los forenses de Argentina nos den resultados, nuestros hijos siguen vivos”.
A 40 días de la desaparición de los estudiantes normalistas, sus familias están llenas de rabia y coraje. Durante la Tercera Acción Global por Ayotzinapa se movilizaron 20 mil personas desde las inmediaciones de Los Pinos hacia el Zócalo, es la tercera vez que lo hacen, por lo que ahora los rostros con lágrimas cambiaron por indignación.
El hermano de Cristian Tomás Colón Garnica, normalista desaparecido, relató que el martes, tras la detención del alcalde de Iguala, los familiares se reunieron durante hora y media con el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, “lo único que nos dijo es que [José Luis] Abarca se declaró inocente. El procurador nos había dicho que la única pieza que le faltaba para llegar a los 43 [normalistas] era Abarca y eso se le cuestionó, pero contestó que no quería hablar”.
José Luis, hermano de Cristian, contó: “Todo fue una mentada, esto es un teatro que está armando el gobierno. Nos han insinuado eso, querernos dar a entender que están muertos, pero eso sólo lastima a los padres”.
Mario César González, otro de los padres, relató mientras se realizaba el mitin frente a Palacio Nacional que “mañana los van a volver a matar. Nosotros supimos, no le puedo decir de dónde, pero van a dar una conferencia de prensa, en la PGR, que ya los encontraron… pero muertos. Nos lo dijeron a nosotros, nos reunieron”.
Esta vez los padres estaban enojados por la misma respuesta de todos los días, familiares de los jóvenes preparan una “caravana por los indignados” a lo largo del país para denunciar la corrupción de autoridades.
Durante su recorrido por Paseo de la Reforma, luego por Juárez y más tarde por 5 de Mayo hasta llegar a la Plaza de la Constitución, los padres exigían que José Luis Abarca les devuelva a sus hijos.
Al contingente se unió el Nobel de la Paz, Jody Williams, quien después de hablar en el templete dijo en entrevista que “la crisis que vive México no es sólo humanitaria, sino política y económica, esto demuestra, de una forma muy dolorosa, toda la corrupción de alcaldes y políticos”.
“¡Justicia!” y “¡Si vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, se repitió durante la caminata, al tiempo que insistían que son 43 los que faltan, “no todos están”.
Ayer los rostros de los 43 estudiantes de Ayotzinapa se repitieron en Paseo de la Reforma, cada uno contando su historia. Carteles con sus nombres, fotos y datos personales que fueron pegados en cada parada de autobús durante la manifestación que reunió a más 20 mil personas, de acuerdo con el Gobierno del Distrito Federal, pero según los organizadores asistieron entre 120 mil y 170 mil.
En mantas, cartulinas improvisadas y pequeñas hojas se recordaba a los normalistas, lo mismo a Giovanni Galindes de 20 años, conocido como el Espáider, o a Carlos Iván Ramírez y a Bernardo Flores.
Así los estudiantes de más de 150 escuelas como UNAM, UAM, UACM e IPN, entre otras, recordaron una vez más a los desaparecidos en Guerrero. “Yo soy delincuente, porque soy estudiante y tengo 20 años”, se leía en un cartel.
El contingente estuvo encabezado por los padres de familia que caminaban custodiados por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y por compañeros de los normalistas desaparecidos. Esta vez no hubo veladoras encendidas, ni lágrimas, sólo la consigna de que “ya no tienen miedo” y que “quieren la respuesta de todos los órdenes de gobierno”.
Los padres gritaban durante la caminata: “Abarca, maldito perro, regrésanos a nuestros hijos”, y pedían la renuncia de las autoridades si no podían esclarecer el caso.
Los estudiantes del CCH Naucalpan mostraban carteles que recordaban: “No basta con Pineda y Abarca, queremos limpieza de todos nuestros gobiernos”. Mientras, jóvenes de la Escuela Nacional de Música y del Conservatorio Nacional de Música, con partitura en mano, entonaban una aria y luego El Cielito Lindo para pedir por la aparición con vida de sus compañeros estudiantes.
La muerte también estuvo presente. Gigantes representaciones de La Catrina hechas con papel maché gritaban: “No es un hecho aislado”.
Simpatizantes del Frente Popular Francisco Villa cargaban ataúdes hechos de cartón que decían: “No somos todos, nos faltan 43”.
Hubo otros rostros como el de Fray Diego, de la orden de los Mercedarios de México, quien con sus compañeros de otras órdenes, con sus hábitos blancos, gritaban a todo pulmón: “¡Hermano, cautivo, Cristo está contigo!”.
La marcha transcurrió como en las dos anteriores sin incidentes mayores, sólo se repitieron las pintas que realizaron jóvenes encapuchados.
Cerca de las 18:00 horas comenzaron a pintar las fotografías colocadas en las rejas del bosque de Chapultepec. Los sujetos se mostraron a la defensiva cuando se intentaba grabarlos, hasta que algunos estudiantes de la Vocacional 7 los encararon, logrando que éstos se fueran.
La historia se repitió cuando otro joven con el rostro cubierto comenzó a pintar en un edificio de avenida Reforma, y fue enfrentado por un profesor que participaba en la manifestación, asegurando que esa no era la intención de la marcha, a lo que el sujeto le respondió que “por eso no les hacían caso”, los politécnicos llegaron a separar al profesor, rechazando que el sujeto fuera integrante del IPN.
Tras entonar el Himno Nacional los miles de asistentes a la movilización se disgregaron