También los hallazgos arqueológicos y la pandemia
Mérida, Yucatán, 27 de julio de 2021.– El titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, reveló que los trabajos en el Tren Maya presentan un atraso de 4 meses, y que hasta el momento hay un avance del 10%.
Aún así, subrayó que el polémico megaproyecto se concluirá en tiempo y forma, como se tiene estipulado para diciembre del 2023.
Las causas de este retraso en las labores de la construcción, calificados por el funcionario como “factores nocivos”, son las lluvias atípicas del 2020 en la región y los efectos de la pandemia de Covid-19.
Otra de las razones que han detenido el avance en la obra, indicó, son los 3 mil a 4 mil vestigios arqueológicos encontrados en el tramo tres que va de Calkiní a Izamal.
Además, explicó, que han detectado más de dos mil 300 invasiones, incluso hay hasta un comercios en estos espacios, como un OXXO y un Six, lo que también ha generado algunos cambios en los trazos.
Cabe señalar que no hizo referencia a los amparos promovidos por diversos colectivos en contra del proyecto.
FIRMA CONVENIO CON UNESCO
A través del sitio web del Tren Maya, se anunció que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y Fonatur, conformaron el Consejo Científico-Cultural en el marco del programa de acompañamiento para el desarrollo sostenible en la ruta del Tren Maya.
Oficialmente precisaron que el propósito de este órgano es integrar actores e instituciones clave a nivel federal, estatal, municipal y local en materia cultural, científica y medioambiental, en un foro de diálogo, análisis y orientación de las actividades que desarrolle la UNESCO para este proyecto de desarrollo sostenible.
Por su parte, Rogelio Jiménez Pons mencionó que el Consejo es un organismo que va de la mano con el Programa de Acompañamiento de la UNESCO. Este consejo promueve el seguimiento de dependencias federales, instituciones académicas y la sociedad civil a los resultados generados desde la colaboración entre UNESCO y FONATUR.
Javier Escalante Rosado