Ante la reapertura de templos, el Arzobispo exhortó a fieles mayor responsabilidad en los protocolos sanitarios
Mérida, Yucatán, a 30 de agosto de 2020.- En su mensaje de ese último domingo de agosto, el Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, pidió a los católicos yucatecos un compromiso sincero y auténtico y “renunciar a la conformidad de un cristianismo mediocre y farisaico, de los que cumplen normas y leyes sintiéndose superiores a los demás”.
“Ustedes son gente buena y sus pensamientos son los de Dios; pero hay que analizar en cada día y en cada situación de nuestra vida, si estamos eligiendo a Dios o a los hombres porque cada pecado nuestro nos aleja del pensamiento de Dios”, señaló al celebrar la misa a puerta cerrada por la pandemia del coronavirus.
El Prelado advirtió que el cristiano que peca no se da cuenta de la maldad que comete, “pues si es una venganza, cree que está justificado por lo que le hicieron; si es una injusticia cree que tiene derecho a buscar su superación; si es un pecado de fornicación, cree que está justificado porque es una necesidad de la naturaleza humana; si es una infidelidad, cree que está justificado porque lo hace por amor”.
Por otra parte, Rodríguez Vega dio gracias a Dios por la próxima reapertura de los templos de la Arquidiócesis, luego de permanecer cerrados poco más de seis meses.
“Luego de medio año privándonos de vernos, de convivir, conversar, compartir, en medio de tristezas, angustias y temores, así como de ver partir a los amigos o familiares a la Casa del Padre, de nuevo tendremos la oportunidad de reunirnos entorno a Jesús Eucaristía”, manifestó.
Sin embargo, recalcó que este retorno implica tanto individual como comunitariamente, una mayor responsabilidad, así como el cuidado y la observancia de los protocolos sanitarios.
“La nueva realidad que nos espera necesita de nuevas respuestas: Una fe más madura y consciente, la asunción permanente del valor de cuidarnos unos a otros, la percepción adecuada de la persona y su necesidad de relaciones interpersonales, los protocolos en la celebración de los sacramentos, y en general, en el modo de vivir nuestra religiosidad”, puntualizó
Jorge Euán