Pero irá a segunda vuelta contra Mesa
La Paz, Bolivia, 21 de octubre de 2019.- Evo Morales lideraba el conteo oficial de la primera vuelta de las elecciones presidenciales del domingo, pero todo apuntaba a que el mandatario boliviano sufrió un revés y deberá enfrentar a su rival –el expresidente Carlos Mesa– en una segunda vuelta en la carrera política más apretada de su vida.
Según los primeros resultados publicados en la noche por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), Morales encabezaba el cómputo con 45.28% de los votos frente a 38.16% de Mesa al tener 83.76% de las actas verificadas.
Conforme pasaban las horas la gente anticipaba que una segunda vuelta sería inevitable, pero el 17% de las actas que faltaba por computar podría ser “vital” para definir esa posible contienda, dijo a la AP el analista político Marcelo Silva. “Una segunda vuelta marcará dos meses de incertidumbre, de tensión política, social y económica”, acotó.
Para ganar en primera vuelta, un candidato debe obtener el 50% más un voto o ganar con al menos 40% de los sufragios, pero con una diferencia de diez puntos porcentuales frente al segundo lugar.
La fecha de una posible segunda vuelta no está definida, pero sí es posible pensar que Morales podría ser vulnerable a una oposición unida.
Aunque el escenario no era definitivo, Morales se declaró ganador. Desde la casa de gobierno y tras conocer los conteos oficiales dijo que “el pueblo nuevamente se ha impuesto. No estamos solos, por eso hemos ganado otra vez”, aseguró.
En sus casi 14 años de gobierno, el mandatario garantizo estabilidad económica, política y un crecimiento sostenido por encima del 4% anual en promedio desde 2010. También redujo la pobreza, pero su gobierno se vio salpicado de escándalos de corrupción que mermaron su apoyo.
Esta es la votación más baja que recibe Morales desde que asumió el poder en 2005 cuando ganó con el 54% de los votos. En 2009 fue ratificado con el 64% y en 2014 fue reelecto con el 61% de los sufragios.
El mandatario de 59 años aspira a su cuarto mandato consecutivo al frente del partido Movimiento al Socialismo (MAS), pero llega desgastado por escándalos de corrupción y por haber desconocido el resultado de un referendo en 2016 en el que el público rechazó que volviera a buscar la reelección, según Silva.
La elección ha polarizado al país, “entre la continuidad de un modelo” que lidera Morales y el “rechazo” al mandatario, dijo la politóloga María Teresa Zegada.
La jornada del domingo se desarrolló con tranquilidad y con asistencia masiva a las urnas, dijo la presidenta del TSE, Maria Eugenia Choque.
Más tarde, Mesa habló ante los medios y sus seguidores desde la sede de su partido. «Estamos en segunda vuelta», dijo y agregó que se logró «un triunfo incuestionable», al tiempo que llamó a sus bases a cerrar filas para un «triunfo definitivo» en un eventual ballotaje.
La sorpresa de la jornada es el pastor evangélico y médico coreano boliviano Chi Hyun Chung quien se ubicaba en tercer lugar con 8,8% y podría dirimir la disputa en una eventual segunda vuelta.
“Somos los que más hemos crecido en 40 días de campaña”, declaró Chi tras la votación.
Morales es hijo de pastores de llamas y un exlíder sindical de coca que llegó al poder para convertirse en el primer presidente indígena de Bolivia. El izquierdista de 59 años ha estado en el cargo durante casi 14 años y su mandato ha sido el más extenso de la historia de su país.
Mesa es un periodista e historiador de 66 años que, como vicepresidente, ascendió al primer puesto de la nación cuando su predecesor renunció en 2003 en medio de protestas generalizadas. Luego se hizo a un lado en 2005 en medio de renovadas manifestaciones dirigidas por Morales.
En los comicios bolivianos también se renovará la Asamblea Legislativa de 130 diputados y 36 senadores. De acuerdo con las proyecciones, el gobernante podría perder los dos tercios del voto que tiene actualmente.